Lo Que Elegí - South Park

Capítulo 15: Trabajo en Equipo parte 2.

Esa mañana Butters se despertó temprano, se dio un baño y ayudo a su madre con el desayuno, lavo los platos y termino de arreglar el pastel que había hecho para sus compañeros. Se despidió de sus padres con la promesa de llamar cuando llegara a la casa de su compañero y también cuando fuera a regresar a casa. Salió con el pastel en un molde y su mochila en la espalda.

Durante el camino a casa de Eric, iba pensando en lo bien que se la pasarían, esperaba poder llevarse bien con Kenny y ser amigos al fin. No le tomo mucho empezar a reconocer el vecindario, una sonrisa se formo en su rostro al recordar los días de su niñez cuando pasaba por allí para ir a la escuela o cuando salía a jugar con Eric. Su sonrisa se ensancho al reconocer la casa de Eric, apresuro el paso emocionado. No noto que una parte de la banqueta estaba rota y tropezó o estuvo a punto.

-¡Ah! - exclamo cerrando los ojos y sosteniendo el pastel, esperando una caída que nunca llego. Abrió los ojos, sintiendo un par de manos sostenerlo por la cintura y la espalda.

-¿Estás bien? -.

Giro el rostro y se encontró con el atractivo rostro de Kenny a centímetros del suyo. Sus mejillas se sonrojaron pero logro reaccionar y separarse con cuidado de él.

-S-Sí, m-muchas gracias - respondió sin saber para donde mirar, no quería que notara su sonrojo.

Kenny lo observo sin interés, pero a su cabeza vino la promesa que le había hecho a Kyle, debía ser amable con ese chico.

-Me alegro - dijo sonriendo.

El sonrojo en las mejillas de Butters aumento y lo miro con un poco de sorpresa para luego clavar la mirada en el suelo.

-¿Por qué ibas con tanta prisa? -.

-¿Eh?, es que y-yo... - seguía avergonzado.

Como Kenny no era muy paciente, quito su atención del chico y miro para todo lados, viendo la casa de Cartman y recordando que ya estaba cerca.

-Ah, ibas a la casa del gordo -.

-S-Sí - admitió un poco más avergonzado.

-Oh, entonces vamos - comenzó a caminar para no quedarse parado en medio de la calle a esperar a que hablara.

Butters asintió en silenció y lo siguió. La casa de Cartman estaba a solo unos metros, llegaron de inmediato y el más alto toco el timbre.

-¡Ma, ve a abrir! -.

La puerta fue abierta por una mujer de cabello castaño y ojos del mismo color, se veía joven para tener un hijo de 18 años.

-Oh, hola chicos, pasen -.

Kenny entro normal, sin saludar, mientras Butters la miro impresionado, no había cambiado nada en todos esos años.

-B-Buenos días, señora -.

Liane miro con atención al chico, en su rostro se formo una expresión de sorpresa.

-Dios mío, ¿eres tú, Butters? -.

-S-Sí, me da gusto verla - sonrió de manera dulce y honesta.

-¡Pero mira cuanto has crecido! - se acerco y le acarició el rostro - ¡pero sigues siendo muy lindo! -.

-Gracias -.

Kenny observo la escena con la mirada seria pero en el interior estaba un poco sorprendido por la familiaridad con la que se hablaban esos dos.