Kenny, pese a ser un chico de actitud despreocupaba, tenía muchas preocupaciones en su cabeza, la gran mayoría de ellas eran en torno al bienestar de su hermana menor, porque sí, al chico le daban igual muchas cosas y muchas personas, pero su hermana era lo más importante y valioso para él.
Cuando Kenny decidió tomar a su hermana e irse de la casa de sus padres, sabía que se tendría que enfrentar a muchos problemas y que tendría que solucionarlos él mismo, sabía que no podría darle una gran vida a Karen, pero también sabía que esa vida sería mejor que la que tenían con sus padres.
El chico se esforzaba para al menos tener un lugar donde su hermana pudiera dormir y el dinero suficiente para que pudiera comer tres veces al día, consideraba que no necesitaban tener lujos, solo con tener con qué sobrevivir era suficiente, pero aun así en algunas ocasiones especiales intentaba darle un poco más a su hermana y una de esas ocasiones era la navidad.
Cumpleaños y navidad eran las fechas para las que Kenneth intentaba reunir algo de dinero para darle un buen regalo y una comida más que decente a su hermana, principalmente un pastel. No se consideraba un experto en la cocina, pero mientras supiera preparar los platillos favoritos de su hermana lo demás le daba igual.
Desde el primer día de diciembre, Kenneth comenzó a ahorrar todas sus propinas pensando en aquella fecha, pero ahora en pleno 24 de diciembre se encontraba con un problema.
- Soy un idiota... -.
- No te preocupes, hermano, aún hay tiempo - Dijo Karen tratando de animarle.
Kenny apreciaba los intentos de su hermana, pero seguía sintiéndose como un idiota. Después de tanta preparación y de haber ahorrado tanto, olvidó comprar los ingredientes para la cena de esa noche, incluyendo el pastel.
- Los supermercados todavía no cierran, podemos ir a comprar - Karen consoló a su hermano palmeando su espalda.
Los hermanos se encontraban en su pequeña sala, el rubio yacía boca abajo en el sofá, maldiciéndose y ocultando su vergüenza, mientras la niña yacía de rodillas a su lado intentando consolarle.
- Lo sé, pero... Así no debía ser - Masculló el chico con la cara contra el mueble.
Por culpa del festival de invierno y todas las preparaciones para él, se había olvidado de comprar poco a poco todo lo necesario para la cena de esa noche y ahora no tenía nada.
Karen tenía razón en que los supermercados y las tiendas aún estaban abiertos a esa hora y lo estarían al menos hasta la tarde, pero había dos problemas con eso. No le agradaba la idea de ir de tienda en tienda llevando a su pequeña hermana y estresándola, tampoco podía dejarla sola en casa ni con la vecina, la idea de no pasar todo ese día juntos no le gustaba. El segundo problema atacaba su bolsillo, pues seguramente todo estaría más caro y su presupuesto era limitado.
- ¿Cómo pude haberlo olvidado? - Se cuestionó en voz alta, estaba muy consternado por su olvido.
- No es tu culpa, has estado muy ocupado - Animó Karen. - Tenías las cosas de tu escuela y a Butters -.
Escuchar ese nombre provocó que McCormick enterrara más el rostro en el sofá, avergonzado. Aquello era cierto, pues llevaba dos días pensando en Butters y en que no estaba allí y en que no pudieron despedirse. Cuando pensaba en eso se le quitaban las ganas de hacer cualquier cosa.
- Soy patético -.
- No digas eso - Karen estaba muy preocupada, no quería que su hermano se sintiera tan mal por lo de la cena navideña.
La niña no podría haber sabido que Kenny no se calificó a sí mismo de esa manera por la cena.
Para McCormick era patético sentirse tan desganado solo por el hecho de pensar que no pudo despedirse de Butters.
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Lo Que Elegí - South Park
FanfictionLeopold "Butters" Stotch vuelve a Denver, su ciudad de nacimiento, luego de vivir 10 años en Chicago. Ingresa en la preparatoria South Park para su ultimo año antes de entrar a la universidad, allí conocerá a nuevas personas y alguien que será sumam...