Capítulo 123: Noche Buena parte 2.

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- Ohhh -.

- Es increíble -.

- En verdad sabe lo que hace -.

- Es toda una profesional -.

- Tiene que serlo, tuvo un muy buen maestro -.

- ¡La mejor parte de todas será el postre! -.

- ... -.

Si bien Kenny alentaba a su hermana menor y siempre presumía de sus cualidades con los demás, el escuchar cómo un montón de chicos la admiraban era un poco extraño.

De entre todos los escenarios que el chico imaginó cuando decidió ir a la fiesta navideña en casa de su profesor, ese era tan extraño que no se lo imaginó. En realidad no era extraño, pero sí inesperado.

No había forma en la que Kenny pudiera adivinar que esa noche su hermanita sería el foco de atención al encargarse del postre. Sin embargo estaba pasando justo ahora.

Se suponía que aquella era una reunión navideña, pero nadie hacía nada típico de navidad, todos estaban concentrados en la pequeña que tras levantarse y declarar que ella sabía preparar postres, se hizo cargo de preparar el de esa noche.

Kenny no fue lo suficientemente rápido para detener a Terrance y evitar que se llevara a su hermanita a la cocina y ahora todos estaban allí, viéndola trabajar.

Al contrario de su hermano, Karen no prestaba atención a su alrededor. La pequeña estaba demasiado concentrada en su tarea, lo estuvo desde que alguien le compartió un delantal de cocina y la ayudó a atar su cabello. Justo ahora batía una mezcla con mucha fuerza y dedicación.

- Oye, McCormick, tu hermana sí que se hizo cargo – Comentó un chico que junto a su novia apreciaba el espectáculo.

Los chicos que preparaban la cena no abandonaron el área, continuaron con su tarea observando de vez en cuando a la pequeña, pero el resto de chicos que no hacía nada se había trasladado hasta la cocina para ver todo.

- Es muy linda, luce como una pequeña chef – Sonrió alguna de las chicas.

Kenny, quien descansaba sentado en una silla pegada al muro, solo les miró sin mucho entusiasmo, pero esa mirada cambiaba en cuanto se dirigía a su hermanita. No le agradaba la idea de que hicieran trabajar a su pequeña hermana en navidad, pero no pudo hacer mucho para evitarlo, aun así podía darse cuenta de lo mucho que Karen lo estaba disfrutando.

La verdad era que de no haber estado de acuerdo por completo, no habría permitido que la involucraran, pero la mirada decidida y determinada de la niña le hizo callar sus protestas y es que eran escasas las veces en las que los ojos de la pequeña resplandecían de esa forma.

Karen era una niña muy dulce, pero también muy introvertida, pocas veces se animaba a levantar la voz y hacer notable su presencia, por lo que al verla tan dispuesta a ayudar, no pudo hacer nada, pues no quería reprimirla.

Y justo ahora que la miraba mover su brazo y batir con fuerza, se dio cuenta de que fue la mejor decisión, porque aunque el montón de chicos era molesto, podía ver lo dedicada que estaba en su tarea y lo bien que se desenvolvía en ella.

Quizás no demostraba mucho sus emociones, pero le hacía feliz ver a su hermana tan envuelta e inmersa en algo que le gustaba.

- Es increíble -.

- Butters debió enseñarle muy bien -.

El chico recordó por qué le molestaba tanta la presencia de los demás.

- ¿Hace cuánto que Butters comenzó a enseñarle repostería a tu hermana, Ken? -.

- No lo sé, un par de meses quizás – Respondió desganado, fingiendo desinterés en el tema.

Lo Que Elegí - South ParkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora