El frio invernal cubría la ciudad de Denver, Colorado.
El clima típico de la ciudad era frio, en la primavera y el varano había sol pero jamás uno que llegara a calcinarte, mientras que el otoño era en su mayoría templado y gris y el invierno brindaba fríos capaces de congelar los huesos.
Otoño era comúnmente gris, el invierno era en su mayoría blanco, pues la nieve comenzaba a caer desde los primeros días de llegada la estación, pero éste año las cosas habían sido un poco diferentes. Ese día de diciembre, el día no estaba cubierto por una capa blanca, sino por un manto gris.
Era como si el clima supiera a la perfección cómo se sentía Clyde Donovan y decidiera representarlo.
El que normalmente era un chico alegre y explosivo, lleno de brillo y energía, aquel que mantenía una sonrisa permanente en su rostro, el día de hoy parecía una sombra de lo que una vez fue.
Era un escenario lamentable de ver, uno que se repetía cada año en la misma fecha exacta.
-Roger -.
-Muchas gracias por venir, señor Montgomery, señora Montgomery -.
-No nos lo perderíamos por nada, querido - la mujer de unos 70 años estrechó las manos del hombre de cabello castaño.
Clyde podía escuchar cómo sus vecinos, los señores Montgomery, hablaban con su padre sobre el evento y cómo le reiteraban una y otra vez que contaría con su asistencia para siempre.
-Ann, chicas, gracias por venir -.
-Sabes que siempre estaremos aquí para ti, Judy -.
Clyde también podía escuchar a su hermana recibir a los demás asistentes, cuya cantidad no era pequeña.
Los escuchaba fuerte y claro, ambos atendían y recibían a las personas que llegaban, igual que cada año y como cada año, escuchaba a todas esas personas decir su nombre y preguntar por él, pero ninguna de ellas se le acercaba.
-¿Cómo está el chico? -.
-Pues... -.
-Lo entiendo... era su madre, después de todo -.
Todos murmuraban a sus espaldas.
-¿Cómo está tu hermano, Judy? -.
-Pues, Clyde... -.
Siempre era lo mismo.
-Pobre chico -.
-Es muy difícil perder a una madre -.
Como si él necesitara eso.
Siempre era lo mismo cada 7 de diciembre.
Todos hablaban a su alrededor, todos le daban las condolencias a su familia, todos hablaban de lo mal que debía sentirse, todos lo ignoraban y se mantenían lejos procurando ser respetuosos y amables.
Clyde lo sabía.
Sabía que nadie se acercaba a él porque tenían miedo de molestarlo o alterarlo, sabía que todos podían ver cuánto le afectaba eso y no querían empeorar su estado acercándose y diciendo algo incorrecto.
Todos eran muy amables.
Y Clyde lo apreciaba mucho, pero al mismo tiempo ya estaba harto.
-Clyde, hijo, el reverendo Morgan está preparado, ya va a comenzar -.
Ni siquiera se dio cuenta cuándo dejó de escuchar los murmullos y cuándo toda la gente tomo asiento en las sillas portátiles, compradas únicamente para ese evento anual. De no ser por su padre, no se habría dado cuenta, ni habría despegado la mirada y toda su atención de la lápida a tan sólo tres metros de sus pies.
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Lo Que Elegí - South Park
FanfictionLeopold "Butters" Stotch vuelve a Denver, su ciudad de nacimiento, luego de vivir 10 años en Chicago. Ingresa en la preparatoria South Park para su ultimo año antes de entrar a la universidad, allí conocerá a nuevas personas y alguien que será sumam...