Cada mañana de los 5 días laborales, Kenny salía temprano de su departamento y dejaba a su hermanita Karen en la puerta de su escuela. Karen entraba una hora más tarde que él pero siendo su vecindario muy peligroso, prefería dejarla esperando tranquilamente en la puerta de su escuela, donde al menos sería vigilada por el personal de limpieza.
Luego de dejarla en la escuela, tomaba rumbo hacia la suya, claro, los días que tenía planeado asistir a clase. Solía pasar el tiempo del trayecto cantando en voz baja o simplemente recordando un par de cosas de su día anterior, como en esa ocasión.
McCormick tenía una media sonrisa en el rostro mientras recordaba lo que había hecho la noche anterior. El rostro de Butters era una imagen que simplemente no se podía quitar de la cabeza.
Debía admitir que le encantaba ver las diferentes reacciones del menor a las cosas que él hacía. Butters se la pasaba callado y la mayoría del tiempo era bastante tímido e inseguro, era extraño verlo con otra expresión que no fuera la de nervios, por eso le gustaba verlo reaccionar de diversas maneras cuando estaba con él. Claro que la noche anterior no puedo evitar preguntarse cuál sería su reacción si lo besara.
¿Sorpresa? ¿impacto? ¿irá?
Su curiosidad había sido tan grande que llevo a cabo su pequeño experimento y beso al chico sin que éste se lo esperara.
Su expresión había sido de fuerte impacto, tal y como se lo espero pero sin entender porqué, le causo un gran regocijo.
Mostrando su sonrisa de manera descarada, McCormick llegó al territorio de su escuela, tan sólo para que su gesto fuera borrado de inmediato al ver a Butters acompañado de su padre en las rejas de la entrada.
Butters tenía la cabeza agachada y los hombros caídos, sus manos estaban pegadas a su regazo, claramente no estaba bien. Mientras su padre tenía los brazos cruzados y el ceño remarcadamente fruncido, no necesitaba ser una gran analítico para saber que ese hombre estaba molesto, muy molesto.
Recordó las luces de la casa encendiéndose luego de besar a Butters y un escalofrió recorrió su espalda.
Normalmente no le preocupaban las cosas como esa, un simple beso presenciado por los padres no le importaba pero ese caso era distinto. Se trataba de Butters y de sus padres, los que Cartman decía lo trataban como mierda.
Por culpa de su curiosidad, pudo meter a Butters en problemas.
Suspirando, se dirigió hacia ellos, pues no creía correcto dejar a Butters sólo en un problema como ese, no siendo tan inseguro como lo era.
-Hey, buenos días Butters - saludo con una carismática sonrisa.
Pudo ver como el cuerpo del chico se tenso y dio un pequeño temblor. Butters levanto la mirada y lo observo con sorpresa y temor a la vez.
-Hola señor, Stotch, buenos días - saludo al adulto con la misma sonrisa.
En cambio, Stephen Stotch le dio una mirada de molestia y desagrado.
-Es bueno verte, hay un asunto que quiero tratar contigo -.
-¿En verdad? en ese caso díganme ¿en qué puedo ayudarlo? - la mirada que el hombre le dio no le agrado para nada pero se mantuvo en su pose gentil y servicial.
-Ayer te vi alejándote de mi casa y lo que quiero saber es qué hacías allí -.
-¿Qué hacía allí? pues es muy simple, acompañe a Butters a casa porque ya era algo tarde - respondió de lo más simple.
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Lo Que Elegí - South Park
FanfictionLeopold "Butters" Stotch vuelve a Denver, su ciudad de nacimiento, luego de vivir 10 años en Chicago. Ingresa en la preparatoria South Park para su ultimo año antes de entrar a la universidad, allí conocerá a nuevas personas y alguien que será sumam...