Leopold "Butters" Stotch vuelve a Denver, su ciudad de nacimiento, luego de vivir 10 años en Chicago. Ingresa en la preparatoria South Park para su ultimo año antes de entrar a la universidad, allí conocerá a nuevas personas y alguien que será sumam...
-¿Sabes? Por más que digas que está bien, sigo sin sentirlo así - el rostro de Kyle denotaba duda con un toque de vergüenza.
El chico de cabello rojo recibió una mirada del joven de tez morena y cabello oscuro que estaba del otro lado de la barra.
-¿Por qué? -.
-Es que tú me invitaste... -.
-¡Vamos Kyle! Ya te lo dije, enserio, esta bien - David rodó los ojos con exagerado cansancio - además, es mi culpa el no poder acompañarte -.
-¿Estas completamente seguro de que esta bien? - preguntó por al menos quinta vez desde que llegó.
-Que sí, oye eres algo desesperante cuando te lo propones -.
Kyle sólo desvió la mirada encogiéndose de hombros con un ligero sonrojo en las mejillas.
-¡Jajaja! - David se dio la libertad de reírse un poco - hey, quita esa cara, sabes que es broma -.
-No logro comprender tu humor - balbuceó con el ceño fruncido.
-Y yo no logro comprender tu preocupación - su sonrisa juguetona disminuyó y se volvió más ligera - ¿es porque irás con Stan? -.
Kyle se sorprendió al escuchar eso, más porque aunque en parte era lo que lo hacía sentir mal, no era lo principal y por ende, no era lo principal en su cabeza y a pesar de eso, David podía darse cuenta.
-¿Acaso lees la mente? -.
-Son mis habilidades de mesero, este trabajo te dota de ciertas habilidades - presumió con cierto orgullo.
-Yo diría que te convierte en un entrometido -.
-Auch -.
De no ser por la pequeña risa que causó en Kyle, David quizás pudo haberse sentido herido de verdad. Afortunadamente, lo hizo reír.
-Kyle, te lo voy a volver a repetir, así que espero que me pongas atención -.
El pelirrojo dejó de lado su timidez y prestó su entera atención al moreno.
-Por mí no hay ningún problema con que vayas a la feria con alguien más – aseguró sonriendo – ve y diviértete con Stan -.
La sonrisa de David parecía tan sincera, que no sólo tranquilizó el alma de Kyle, sino que también la conmovió un poco y a la vez, lo hizo sentir un poco mal. Era algo complicado.
-De acuerdo, gracias – trató de corresponder a esa gentileza sonriendo y haciéndose saber que dejaría de preocuparse.
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Al día siguiente Kyle no pudo hablar con Stan sobre los boletos de camino a la escuela, pues antes de encontrarse con él, se encontró con Kenny y con Butters, así que sin opción alguno, tuvo que esperar a que se encontraran solos, cosa que afortunadamente no tardó en pasar.
