Capítulo 69: Enfado y Decepción.

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-Que tengas un lindo día en la escuela, cariño -.

-G-Gracias mamá... m-me voy... -.

Al despedirse de su madre, Butters sintió un gran bloque pesado en su pecho y su garganta cerrarse. Cerró la puerta tras de él pero no camino un sólo paso, se mantuvo en la entrada con la cabeza gacha, su cabeza era atormentada por cientos de pensamientos sobre lo que pasaba en su vida.

Le había costado bastante ver a sus padres la noche anterior, cenar con ellos mientras les ocultaba lo que había pasado en la escuela y lo de la nota con una firma falsa, había sido una de las cosas más difíciles que había tenido que hacer en toda su vida. A pesar de todo, aún no estaba acostumbrado a mentirles a sus padres ni a ocultarles información, por lo que se sentía terriblemente nervioso, asustado y culpable, pero era algo que tenía que hacer, al menos si quería que las cosas continúen como estaban.

Ese no era el único pensamiento que lo atormentaba ni la culpa era el único sentimiento que lo oprimía, también lo eran el miedo y la vergüenza. Volvería a la escuela. Volvería luego de que todo el mundo lo viera usando un vestido.

Podía imaginarse las voces de sus compañeros murmurando, podría jurar que escuchaba las risas y sentía las miradas. Sólo con eso se sentía atormentado y atrapado.

No quería ser el centro de atención.

No quería ser la diversión de todo el mundo.

No quería que siguieran avergonzándolo.

Pero tenía que ir a la escuela. Ya le era demasiado difícil ocultarles lo del reporte a sus padres, no podría estar lo suficientemente seguro o firme para mentirles con algo que le permitiera quedarse en casa por cierto tiempo.

Realmente no tenía escapatoria.

Con eso en mente se levanto y desayuno ese día, se preparo para la escuela sabiendo que no había forma de evitarlo, salió de su casa totalmente resignado.

Tan sólo tuvo que caminar hasta la acera, para notar que no estaba solo.

Los ojos azules de Leopold Stotch se abrieron con bastante sorpresa al ver a un metro de distancia a su compañero y amigo, Kenny McCormick.

Kenny estaba de pie allí, con las manos dentro de los bolsillos de la chaqueta, sus ojos eran serios y lo miraban fijamente pero tenía una leve sonrisa en sus labios.

Butters no tuvo que acercarse más y preguntarle, al verlo por completo, supo el porqué estaba allí y su corazón latió lleno de gratitud. Se acerco a paso decidido hasta quedar frente a frente.

-Buenos días, Kenny - lo saludo sonriendo enternecido por su presencia.

-Buenos días, Butters - Kenny correspondió el saludo con la misma expresión en su rostro.

No dijeron nada por un rato más, sólo se miraron el uno al otro sin dejar de sonreír, hasta que McCormick giro su cuerpo y señalo con la cabeza el camino. Sólo eso basto para que ambos comenzaran a caminar.

El camino inicio en silencio y así se mantuvo. No era un silencio incomodo ni pesado, era uno de expectativa, como la calma antes de una tormenta que se sabe que llegara.

Sus pasos y el ruido de los autos era lo único que se escuchaba entre ellos. Al llegar a cierto punto, dos personas más se unieron a su caminata. Stan y Kyle llegaron a la par y se unieron sin decir absolutamente nada, sabiendo que sus voces sólo perturbarían la tentativa paz y podrían poner más nervioso al menor de los rubios. Los cuatro se mantuvieron en silencio.

Lo Que Elegí - South ParkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora