Cuando Karen leyó el nombre de Butters en el remitente del mensaje, corrió a buscar a su hermano. Butters le había dicho una vez que estando en la cocina no podía distraerse, pero estaba tan emocionada que no pudo evitar ignorar esa enseñanza.
La niña salió de la cocina en busca de su hermano y lo encontró bajando las escaleras.
- ¡Kenny! -.
- Karen, excelente – El chico se apresuró a bajar los últimos dos escalones y se acercó a su hermana.
- ¡Kenny, tienes un---! – Karen se apresuró a dar el aviso, pero su hermano la interrumpió.
- Oye – Kenny se agachó a su altura y la sujetó de los hombros con suavidad. – Sé que te estás divirtiendo mucho, pero tenemos que volver a casa -.
- ¿Eh? ¿Por qué? – Aquello le había sorprendido tanto que se olvidó de los mensajes por un momento.
- Sé que te dije que pasaríamos noche buena aquí, pero lo mejor será que regresemos a casa, prometo que mañana te compensaré con una gran cena – Le dijo con una media sonrisa, buscando tranquilizarla y animarla.
- Pero... – Karen estaba muy confundida, no entendía por qué su hermano de repente decidía irse.
- No tienen que irse -.
Los hermanos giraron hacia las escaleras, donde el profesor rubio venía bajando.
- Ya están aquí, quédense, todos se están divirtiendo – Insistió Phillip con una expresión más seria de lo usual.
Karen miró a su hermano con duda, encontrándose con una mirada seria y un ceño fruncido, ambos dirigidos hacia el profesor.
- Gracias, pero no – Kenny se puso de pie y tomó la mano de su hermana.
- McCormick, disculpa si--- -.
- Vamos a recoger tu abrigo, Karen -.
Y aunque Karen no entendía qué pasaba y siempre obedecía a su hermano, esta vez se quedó de pie fija en su lugar, recordando la emergencia por la que le estaba buscando.
- ¿Karen? – Kenny la miró con extrañeza cuando no logró halarla consigo.
Karen le miró con urgencia y rápidamente le mostró el celular. Kenny recibió el aparato con extrañeza hasta que leyó lo que había en pantalla.
Fue como recibir un flechazo en el pecho.
- ¿Butters? -.
Karen asintió efusivamente, desesperada porque su hermano entendiera y atendiera los mensajes.
La reacción del chico y el nombre pronunciado alertaron al profesor Phillip, entendiendo rápidamente la situación.
- Oye, pequeña ¿Qué dices si volvemos a la cocina a revisar cómo va ese pastel tuyo? – Propuso con la sonrisa más gentil que poseía, buscando darle espacio al chico.
- Pero... – Karen le miró con duda y luego volvió la mirada a su hermano. Ella también quería saber sobre Butters y cómo estaba.
- Vamos, tu hermano tiene algo que hacer – Le animó una vez más, ofreciéndole su mano.
La niña miró la mano y luego volvió la mirada a su hermano, notando que éste permanecía atónito, entonces decidió hacerle caso al profesor y aceptar su invitación.
- No nos demorará mucho tiempo – Aseguró a la pequeña, mirando de reojo al chico antes de comenzar su caminata a la cocina.
El par no había llegado a la cocina todavía cuando Kenny se apresuró a salir de la casa ante la atenta y curiosa mirada de los chicos en la sala. Salió y cerró la puerta tras de sí, recargando la espalda en esta casi de inmediato y desbloqueando el celular para leer los mensajes.
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Lo Que Elegí - South Park
FanfictionLeopold "Butters" Stotch vuelve a Denver, su ciudad de nacimiento, luego de vivir 10 años en Chicago. Ingresa en la preparatoria South Park para su ultimo año antes de entrar a la universidad, allí conocerá a nuevas personas y alguien que será sumam...