Capitulo 51: Vida Simple, Gustos Simples.

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Kenny McCormick era un chico sencillo.

Las cosas extravagantes jamás le llamaron la atención. Quizás se debía a que su infancia había estado llena de privaciones y en pocas ocasiones podía darse el gran lujo de tener algo de gran valor o posiblemente también se debía a la vida que llevaba en esos momentos, donde aunque en una situación mejor, aún no se podía permitirse tener algo lujoso.

Kenny estaba bien con lo que tenía, sin embargo había un pequeño problema. Al chico le encantaban las chicas y cuando decía que el encantaban era porque de verdad lo hacía. Su infancia había sido muy precoz, pues desde pequeño había visto cosas que un niño en esa edad no debía, además, gracias a las revistas que su padre dejaba regadas por toda la casa sin cuidado alguno, había aprendido a apreciar unas buenas tetas y con ello, era obvio que iniciaría su "vida de adulto" desde muy joven.

Sí, a Kenny le gustaban las chicas pero desgraciadamente no podía darse el lujo de tenerlas.

McCormick había nacido bendecido con un gran rostro, él lo sabía y sabía que las chicas lo sabían, él era bastante atractivo y con el paso del tiempo aprendió el arte de la seducción, lo cual lo volvía más atrayente e imposible de resistir pero para su desdicha, las chicas no quedaban conformes con sólo una buena sesión de sexo.

Cada chica con la que salía, le pedía cosas, detalles, regalos, atenciones, cosas que él no podía darles. En primera porque no tenía dinero para ninguno de los muchos regalos que pedían y en segundo ¿cómo sabría ser atento si nunca tuvo un buen ejemplo de relación? sus padres se la pasaban peleando y de mal humor, las veces que estaban de buenas se la pasaban en la habitación como conejos. Definitivamente no sabía qué tipo de atenciones se debían tener en una relación.

Y por aquello, cada novia que lograba conseguir terminaba dejándolo al mes o a las semanas y en realidad no podía culparlas. Las chicas de su barrio eran pobres al igual que él, querían un hombre que pudiera darles todo lo que desearan y él no era ese tipo de hombre.

Aún así, seguía disfrutando del acto carnal y ya que no tenía dinero ni sabía de las atenciones para conservar una novia, no le quedo de otra que aprender a perfeccionar su arte y a saber buscar un tipo de chica en especifico, aquellas que al igual que él, sólo quisieran pasar un buen rato y vaya que con los años logro conseguirlas y en el camino aprendió que los chicos también eran muy interesantes, pero esa era otra historia.

El punto es que Kenny estaba conforme con su vida.

Sí, no contaba con las mismas cosas que sus amigos y el dinero no le sobraba pero para él era suficiente. Tenía comida y chicas, no tenía porque quejarse.

Tenía todo lo que en verdad le complacía.

Lo único que le disgustaba del escaso dinero tenía que ver con su hermana menor.

Si bien él se sentía conforme con lo que tenía, no quería que Karen siguiera viviendo con esas privaciones, ya había vivido toda su vida así y quería darle algo mejor. Quería trabajar, trabajar lo más que pudiera pero era consciente de que debía terminar la preparatoria. No planeaba ir a la universidad, no contaba con el dinero para hacerlo pero no le importaba, quizás no podría conseguir un gran trabajo pero al menos tendría el tiempo libre para buscar otro y con eso darle una mejor vida a su hermana.

Él, Kenny, no lo necesitaba.

Para él era suficiente con lo que tenía.

Ese fue el monologo que Kenny pensaba en su cabeza mientras estaba recargado en la barra a la espera de clientes.

Lo Que Elegí - South ParkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora