Lo Que Elegí - South Park

Capitulo 6: Tweek Bross Coffee v2 parte 2.

Butters llevaba tres horas en aquella cafetería y hasta ahora llevaba terminados tres de los cuatro diferentes pasteles que había en el menú. En este mismo instante, Stan y Clyde estaban en la cocina, a punto de llevárselos al estante.

-Vaya que eres rápido - comento el castaño.

-Se ven muy bien Butters - dijo el pelinegro.

-Muchas gracias - sonrió el rubio.

-Nos llevaremos esto, Craig estará feliz - dijo Clyde.

-E-Eso espero... -.

Los meseros se llevaron los postres saliendo de la cocina. Butters soltó un suspiro, se encamino al horno y se inclino para ver cómo iban los cupcakes que metió minutos antes. Todavía les faltaba bastante, así que volvió a la mesa para preparar la mezcla de otros postres. No los 10 postres del menú se tenían guardados, los tres diferentes tipos de waffles se debían preparar al momento y servir frescos, por lo que solo le faltaban cuatro postres que preparar.

-Toma un descanso chico - hablo Chef, preparando una orden - no creo que Craig valla a abrir toda la barra de postres, relájate un poco -.

-¿Eh?... pero podría atrasarme - dijo un poco inseguro.

-Descansar un poco te hará bien - insistió el hombre.

Butters no estaba muy seguro, pero no le dio tiempo de tomar una decisión.

-¡Butters! - Clyde entro prácticamente derrumbando las puertas.

Tanto Butters como Chef lo miraron un poco sorprendido.

-¡Oye hijo no hagas eso! - regaño el hombre, acomodándose su sombrero de cocinero.

Clyde ignoro el reclamo y se acerco al rubio - ¡Hey amigo!, Craig dice que puedes tomar un descanso y como yo soy el encargado de mostrarte todo, te presentare a otro de nuestros amigos -.

-¿Eh?, ¿de verdad? - si el gerente decía que descansara, debía hacer caso - de acuerdo -.

-Bien, vamos -.

Siendo jalado por Clyde, salió de la cocina. Miro un poco impresionado la cafetería, hacía tres horas que no salía de la cocina y le sorprendía la cantidad de clientas que había; casi todo el lugar estaba lleno.

Sus ojos azules fueron a dar a la caja registradora, donde estaban Craig y Tweek. El pelinegro ataba el mandil del rubio, una vez hecho el rubio se dio la vuelta y le dedico una dulce sonrisa. Butters sintió sus mejillas arder levemente, pero no sólo eso, se puso nervioso al recordar unas palabras de su padre.

Sus padres eran muy conservadores en muchos aspectos, uno de ellos era la sexualidad. No quería decir (o pensar) que sus padres eran homofóbicos, pues nunca los había visto maltratando o insultando directamente a alguien homosexual, sin embargo sabía que encajaban en ese apelativo. Desde que era niño le habían repetido una y otra vez, que un hombre sólo puede estar con una mujer y una mujer sólo puede estar con un hombre, además que le habían prohibido tener amistades con ese tipo de preferencias.

Por todo esto, no sabía cómo debía sentirse con Craig y Tweek, él no era el tipo de persona que juzga a los demás o que los discrimina, pero no podía evitar estar confundido: de un lado estaban las ordenes de sus padres y del otro, sus propias creencias.