Pocas veces Leopold Stotch había corrido con tanta urgencia como lo hacía ahora.
Pocas veces en su vida había sentido la necesidad de ver a alguien como lo sentía ahora.
El camino a la parte trasera del escenario no era muy largo en realidad, solo debía cruzar una puerta en el mismo auditorio y caminar un par de metros para llegar a los pequeños e improvisados camerinos y salas de maquillaje y luego recorrer otros metros más para ubicarse justo detrás del escenario.
No era un camino largo, pero en ese momento se sintió como un largo y elaborado laberinto.
Cuando finalmente llegó a su destino, se encontró con un gran alboroto. Todos deseaban felicitar a la estrella que recién había brillado en el escenario.
— ¡Estuviste asombroso, Ken! —.
— ¡Tienes mucho talento! —.
— ¡Eres una estrella de verdad! —.
— ¡Te luciste! —.
Halagos y felicitaciones similares iban y venían por todos lados rodeando al joven interprete de cabello rubio.
— Muchas gracias, me alegra saber que lo disfrutaron — Kenneth McCormick sonría para todas. Una suave, ligera y a la vez coqueta sonrisa adornaba sus labios, sus ojos azules se entrecerraban ligeramente mientras se dirigía a todas.
Butters Stotch podía percatarse de cada uno de esos detalles en su expresión al mismo tiempo que luchaba por recuperar la respiración en medio de intensos jadeos. Sus pulmones luchaban por recuperar el aire, pero sus ojos no se apartaban de aquel chico.
La voz de Butters Stotch estaba atrapada en su garganta, no podía salir, pero no hizo falta que lo hiciera para que Kenny McCormick se percatara de su presencia.
Mientras continuaba sonriendo y tratando a nuevas admiradoras, los ojos de McCormick se encontraron con la figura de Stotch.
La expresión galante y coqueta, la sonrisa ligera y traviesa, la mirada galante y cautivadora, todo cambió al verle.
— ¡Butters! —.
Los ojos entrecerrados se abrieron a todo lo que podían, la sonrisa se hizo más grande y la expresión cambió a emoción y alegría.
Aquella voz y ese rostro hicieron que el aire faltante volviese a Stotch.
Sin decirle nada al publico que tanto se esforzaba por cuidar, McCormick se alejó y cruzó una ruta directa hacia el chico.
Butters sintió que un suspiro escapaba de su pecho cuando tuvo a Kenny frente a él. Tan alto... Con sus ojos fijos en él.
— Butters... — Pronunció Kenneth mirándole, sintiendo un repentino nerviosismo invadirle.
No eran nervios de temor, sino de emoción.
— Hey... ¿Te gustó mi regalo? —.
Esa pregunta acompañada de una mirada de nervios y una sonrisa tímida, hicieron que Butters, quién permanecía callado, actuara por impulso.
Butters nunca fue una persona de impulsos, siempre pensaba en lo que iba a hacer con mucho cuidado, pensaba en todas las posibles consecuencias y reacciones a sus actos, así que era muy cuidadoso y en extrañas ocasiones se dejaba guiar por las emociones. Esta era una de esas ocasiones.
Sin importarle que hubiera más personas alrededor, sin importarle que fuesen el centro de atención y sin importarle si podría molestar a Kenny con sus acciones, actuó.
Muchas eran las cosas que Butters quería decirle a Kenny, muchas eran las palabras que podía usar para expresarse, pero en lugar de eso se lanzó hacia él en un abrazo. Extendió sus brazos hacia él, le capturó y con los ojos cerrados escondió su rostro entre sus ropas.
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Lo Que Elegí - South Park
FanfictionLeopold "Butters" Stotch vuelve a Denver, su ciudad de nacimiento, luego de vivir 10 años en Chicago. Ingresa en la preparatoria South Park para su ultimo año antes de entrar a la universidad, allí conocerá a nuevas personas y alguien que será sumam...