Capítulo 97: Ilusiones.

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La percepción del tiempo, es algo sumamente increíble.

Apenas habían pasado tres días desde el aniversario de la muerte de su madre y desde que Clyde se dio cuenta de sus verdaderos sentimientos por Token, su mejor amigo, pero para el chico de cabello castaño, parecían haber pasado años.

El tiempo siempre se pasó rápido para Clyde, pero ahora sentía que había pasado años, aunque quizás, eso era a causa de su cabeza, la cual le recordaba constantemente todos los momentos especiales que compartió con su mejor amigo.

Era como si su cabeza le estuviera mostrando las pruebas de algo que ignoró por mucho tiempo y les estuviera reprochando por ello.

Clyde se sentía como un tonto cada vez que analizaba esas pruebas, esos recuerdos, pues recién se daba cuenta de lo mucho que la presencia de Token significó para él. Siempre supo que su amigo era importante, pero nunca admitió cuánto, ni siquiera a sí mismo. Se sentiría mal si estuviese demasiado feliz.

Siempre fue un chico enamoradizo. En su infancia se enamoró de muchas niñas y aunque en su adolescencia ese aspecto suyo disminuyó, nunca había sido alguien cerrado al amor y al enamoramiento. Su madre solía decirle que le encantaba estar enamorado y que por eso buscaba la manera de estarlo constantemente. Y ahora, bien podía comprobar que le encantaba estar enamorado, pero no iba a negar que no era algo fácil.

Enamorado de su mejor amigo.

Si bien jamás se lo imaginó, ahora que tenía la respuesta luego de semanas de reflexión, no podría sentirse más feliz y complacido.

Contrario a lo que pudo ser para muchos, Clyde no tuvo problemas o se puso nervioso al pensar cómo serían las cosas con Token a partir de ese momento. No temió ni se puso nervioso al imaginar cómo sería hablar con él, por el contrario, deseaba verlo y charlar más que nunca.

Desgraciadamente no pudo verlo el domingo y tampoco el lunes, le envió un par de mensajes y le respondió con una disculpa, pues tenía que ayudar a su padre. Él lo entendió, pero eso no significaba que no lo buscaría al día siguiente en la escuela.

Por eso, ese día martes, Clyde esperaba afuera del aula de Token. Conocían sus horarios mutuamente, también los de Tweek y Craig, así que sabían en qué piso y en qué aula se encontrarían a determinada hora. Estaba de pie, recargándose contra un pilar, sosteniendo su mochila contra su pecho y fingiendo que silbaba en silencio.

No se sentía nervioso pero sí un poco ansioso y cuando la gente comenzó a salir, sus sentidos se encendieron al máximo. Estos explotaron cuando vio salir a su mejor amigo.

-¡Token! -.

El chico en cuestión, quien se encontraba distraído y concentrado en sus propios pensamientos, no disimuló su sorpresa al escuchar aquella voz. Sus ojos de color morado se encontraron con la cara sonriente de Clyde Donovan acercándose.

-¡Hey! – Clyde saludó, sintiendo su estómago revolverse ansioso con tan sólo estar cerca de él.

-Clyde – la cara de Token tuvo una fase iniciando en sorpresa y nervios hasta pasar a una sonrisa aparentemente relajada y tranquila.

-¡Me alegra encontrarte! – si Clyde quería disimular su emoción, no estaba haciendo un buen trabajo.

Token tenía la impresión de que la sonrisa de Clyde estaba mucho más grande y brillante que de costumbre, además le pareció ver un ligero tono rosa en sus mejillas.

-También me alegra verte – saludó, tratando de parecer lo más tranquilo posible.

-¡Me moría de ganas de verte! – lo dijo sin pensar, simplemente salió como todas sus emociones.

Lo Que Elegí - South ParkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora