𝐀 | ⋆.ೃ࿔ Había algo en Forks que lo volvía el lugar ideal para que millones de secretos se ocultaran.
Quizá era la baja población; tal vez era su silencio y los espesos bosques que rodeaban a la pequeña ciudad. A pesar de que existían múltiples teo...
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Poder despejarse por un día de los entrenamientos fue todo un regalo. No poseía nada en contra de ellos, le emocionaban y le gustaban, sin embargo, un día de descanso le caía de maravilla, más cuando se hallaba rodeada de sus amigos, quienes con sus boberías la ponían a reír a carcajadas y a hablar de lo que sea que no tuviese que ver con cosas relacionadas a un mundo fascinantemente extraño.
El grupo de amigos había montado en una explanada en el bosque un improvisado estudio de fotografías. Angela rogaba en silencio a que el cielo le jugase a su favor y que Forks no fuese tan traicionero como solía serlo siempre al dejarles caer su habitual llovizna. La gran parte del equipo era prestado y había prometido devolverlo en sus magníficas condiciones.
Tyler, Mike y Eric le ayudaban con las luces y la escenografía, Jessica se hallaba malhumorada por no haber sido elegida modelo, así que a regañadientes ayudaba con el vestuario y el peinado de Andromeda y Gavril, quienes habían estudiado el concepto de la sesión junto a Angela. Buscaba algo que luciese igual a un fantasma por el bosque, algo místico y cinematográfico en blanco y negro.
El pelirrojo fue el primero, que sabía bien cómo moverse y se veía de lo más cómodo frente a la lente. Bon Iver sonaba de fondo, su melodía apacible siendo ideal para lo que buscaba la fotógrafa. Todos admiraron y siguieron las indicaciones de Weber al pie de la letra que se mostró emocionada con los avances.
Reecee era tan experto que no se rio a pesar de todas las tonterías y bromas que hacían los muchachos para distraerlo. Jess y Andy corrieron de aquí para allá ayudándole al pelirrojo con el pelo despeinado por la brisa fresca o con las hojas que se le quedaban pegadas en la ropa. Se rieron un montón, al menos hasta que la luz poco a poco comenzaba a desaparecer lo que hizo que Angela se preocupara y les pidiese más concentración al respecto.
—¡Listo! —Exclamó alegre la morena, mostrándoles los resultados desde la pantalla de su cámara.
El grupo de chicos se le amontonaron encima. Las risas no se hicieron esperar ante los comentarios divertidos, aunque en realidad, la mayoría de las observaciones fueron halagos inmensos que hicieron sonrojar a Weber. Se echaron a gritar contentos por el éxito obtenido, asegurando a que la chica tendría asegurada esa beca.
Prosiguieron con Andromeda que se halló entorpecida en un principio. Antes no le costaba demasiado moverse frente a la lente, segura de lo que hacía y de las expresiones que destilaba su rostro, sin embargo, en ese instante parecía tensa. Se movía rígida y aquello no ayudaba mucho, las bromas solo la entumecían más y pasados los primeros treinta minutos, no parecía funcionar demasiado.
—¿Quieres que nos tomemos un descanso? —Preguntó con preocupación Angela al verla mortificada.
—No lo sé, ¿crees que podamos? ¿No se hará muy noche?
