F i f t y o n e

15.3K 1.7K 223
                                    

≫ ─────── ≪•◦ ❈ ◦•≫ ─────── ≪

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

≫ ─────── ≪•◦ ❈ ◦•≫ ─────── ≪

Los últimos días habían sido por completo un entero desastre. Se sentía deshecha y agotada, además, el hecho de que en Forks no dejase de diluviar la ponía peor, reprochándose que sus emociones repercutían sobre otros. Sabía bien que era su culpa que el clima estuviese mucho más húmedo de lo habitual y aunque su madre había dicho que no era su culpa, que así podría ocurrir en ocasiones, no podía evitar recriminarse por ello.

Tras leer cada una de las notas y cartas de Jasper, no tenía ánimos para nada. Estaba confundida y herida, porque saber que lo pasó tan mal como ella la colocaba nerviosa y sin tener idea alguna de qué podría ser correcto hacer.

Si de por sí ya se encontraba en una marea de cuestiones y dudas, tras cada palabra leída, algo se le había removido en el interior y ahora solo podía sentirse como si las turbias aguas de preguntas estuviesen consiguiendo ahogarla.

El domingo se halló en cama todo el día, sin siquiera tener hambre. No sentía que su cuerpo fuese capaz de engullir alimento alguno y agradeció a que su madre no la forzara a nada. Solo se quedó allí, durmiendo por horas, llorando cada tanto, aferrándose a su almohada. Carajo, ya estaba harta, tan cansada de las lágrimas. ¿Hasta cuándo seguirían atormentándola?

El lunes no asistió a la escuela y Ella se inventó algo como que se hallaba en un mal estado de salud que los directivos no cuestionaron, a sabiendas de lo enfermiza que podía ser en ocasiones. Su ausencia se prolongó el resto de la semana y Gavril y Angela como siempre fueron los mejores llevándole las notas y tareas como excusa para poder saber sobre su estado.

Mintió con gracia y a pesar de que ambos sabían que las cosas estaban mal tras enterarse que los Cullen regresaron, ninguno hizo ahínco por presionarla, pero recordándole que estaban allí para apoyarla de necesitarlos. Cuando se fueron, eso hizo que volviese a derrumbarse, repudiaba no ser completamente honesta con ellos.

El fin de semana se hallaba mejor tras haberse distraído con sus tareas y demás. Se había consentido a sí misma haciéndose una rutina intensa de cuidado personal, colocándose mascarillas y dándose baños con sales, velas y muchas burbujas y helado. Leyó de nuevo las cartas y tras decirse que era suficiente, que debía enfrentarlo, tomó una decisión que esperaba fuera la correcta.

Se sintió nerviosa conforme se alistaba e internarse por sí misma a las profundidades del bosque de Forks fue la cosa más revitalizante que haya podido hacer. Su tarea por encontrarlo gracias al cielo había sido algo sencillo, así concluiría con eso más rápido, lo cual agradecía y al mismo tiempo, no tanto.

Le hubiese gustado tener un poco más de tiempo para poder pensar mejor en lo que tenía planeado decir, sin embargo, ya era tarde, y creyó que quizá, sería óptimo dejar que solo las cosas ocurriesen por sí mismas ¿cierto?

Si era franca, realmente no importaba cuánto hubiese practicado por la mañana lo que planeaba, porque apenas vislumbró su imponente anatomía masculina una vez más, su cuerpo reaccionó con facilidad al colocarla más ansiosa de lo que ya, haciendo que cada partecita de su templo se sintiese trastabillar, que se sacudiera de angustia y ni mencionar a su mente, la cual le jugó horrible al hacerle olvidar cada cosa que había planeado.

𝐀𝐧𝐝𝐫𝐨𝐦𝐞𝐝𝐚 || Jasper HaleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora