Suarez (II)

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Después de ese día ambos estaban felices, bueno casi todos.

Rachel estaba nervioso, hace días que tenia nauseas y mareos, por lo que decidió hacerse una prueba de embarazo.

—Jesús. —dice nerviosa.

Los 10 minutos ya pasaron; Rachel vio la prueba y salió positiva.

No sabia como sentirse, pero si sabia que debía llamar a alguien.

Agarro el teléfono y marco un número.

—"Hola". —escucha el saludo desde el otro lado de la línea.

—Che, flaco, ¿Estas en España?

—"Si. ¿Por qué?" — pregunta, preocupado.

—Ven a mi casa. Tengo que contarte algo.

—"Bue. En 15 estoy ahí". —dice para cortar.

15 minutos pasaron y ahí estaba él.

—Pasa. —el entra y deja sus cosas para sentarse en el sillón con la chica.

—¿Qué pasa? —pregunta con intriga.

—Estoy embarazada. —responde, después de un silencio prolongado.

—¿De quien es y que piensas hacer?

—No sé, no se. Pero necesito tu apoyo. —pide angustiada.

—Tranqui. Contas conmigo. —el besa la frente de la teniente, reconfortándola.

—Es del milico. El que me rechazo. —la confusión en el se hizo mas grande, así que se vio obligada a contarle toda la historia.

—Ay, con tu vida, querida. —comenta divertido al terminar de oír el relato.

Rachel iba a hablar, pero un mensaje le llego. Era Suarez.

"Hola bonita, nos vemos a las 6 p.m. en el lugar de siempre"

—Te voy a acompañar. Voy a estar escondido, obvio. —el leyó el mensaje y como amigo que era, tenía el deber de acompañarla.

—Como se que sos terco no te voy a decir que no. —la argentina sabía que él era terco e insistente, así que prefirió no alargar la cosa.

Se fue a arreglar y a los 30 minutos ya estaba lista.

—Estas re linda. El tiene suerte. —ella ríe al escucharlo.

—Solo me puse una campera de cuero, pantalones de jean y remera negra con unas zapatillas del mismo color de la ropa. No es para tanto.

—Como vos digas. Dale, que se nos hace tarde.

Rachel se fue en su auto y su acompañante en moto.

Él se desvió para esconderse detrás de un árbol y ahí vio al milico y como llegaba la argentina y lo besaba.

—"Hola linda, ¿Cómo estás?"

—"Bien, ¿Y vos?"

—"Bien. Ahora que te veo." —ella sonríe ante el comentario.

Ambos se sentaron bajo un árbol que permitía ver todo el parque.

—"Tengo algo que decirte" —el geo se puso nervioso. Le iba a proponer matrimonio.

—"¿Qué es?" —la intriga y preocupación estaban a flor de piel.

Él se arrodillo frente a ella y procedió.

—"¿Quieres casarte conmigo?"

—"Si. Si quiero". —el le pone el anillo y ambos se sientan de nuevo.

La Casa De Papel / One shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora