Nairobi

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Correr, correr y correr; eso era lo único que podías hacer.

Era ya la 5ta vez que llegabas tarde a la escuela.

Siempre te quedabas hablando con Carla, una chica de tu edad que trabajaba en la pequeña tienda donde ibas a comprar algo antes de entrar.

<<Tengo que dejar de hablar tanto>>

Llegaste al colegio justo a tiempo, porque el conserje estaba a punto de cerrar la puerta. Corriste despavorida hacia la puerta, atropellando al pobre hombre.

—Perdón —hablaste alto.

Chocaste con una chica por mirar atrás para ver si estaba bien. Ambas cayeron al piso.

<<Hoy es el dio nacional de los atropellos a personas>>

—¿Estas bien? —preguntaste ayudándola a pararse—. Lo siento. No me fije que estabas ahí —te rascaste la nuca apenada.

—Si y no pasa nada. Soy Agatha. Nueva en este colegio —sonríe.

—Pues yo soy ______.

—Un pacer —se estrecharon las manos.

—Igual. ¿Qué salón te han dicho?

—1. A. —leyó el papelito que la directora le dio.

Cool1. Es mi salón. Vamos —la tomaste de la mano.

—¿Cómo son los niños? —ambas iban camino a el salón cuando pregunto.

—No sabría explicare; ya lo veras por ti —abriste la puerta—. Bienvenida.

Todos los niños estaban tirándose cosas y peleándose.

—Buenos días, niñas —saludo la profesora para entrar—. ¡Silencio! —grito golpeando la regla contra la mesa. Todos se sentaron en sus sitios—. Tenemos una nueva alumna. Entra, por favor —le hizo caso, asustada—. ¿Cómo te llamas?

—Agatha. Me llamo Agatha —se presentó ante todos.

—Siéntate con ____. Ahora comenzaremos con la clase. Les daré una actividad en la hoja que les voy a entregar —repartió papeles mientras pasaba por los bancos.

—Esto es aburrido —hablo un niño susurrando.

—Señor Carbajal, háganos el favor de compartir sus pensamientos con toda la clase.

—Na...Nada. No es necesario

—Nunca mas haga eso —le dio mirada asesina—. Bien, quiero que en esas hojas describan las cualidades de su amigo ideal.

Agatha miro su papel, el cual contenía las siguientes cualidades:

Que sea buena con los demás

Me quiera como soy

Tiene que ser divertida

Saber escuchar y aconsejar

No juzgar

—Termine —dijeron las dos al mismo tiempo.

Lo que no sabían, era que se volverían amigas luego de eso, pero era lo mejor de todo.

La Casa De Papel / One shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora