Palermo

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Berrote caminaba en círculos con la indecisión y el nerviosismo dominando sus 5 sentidos

¿Cómo era posible que el se enamorara de ti?, ¿Cómo era posible que arrancaras todo sentimiento hacia a Andrés para suplantarlo por el tuyo?

No sabía que le habías hecho, por eso fue a pedirle ayuda a Santiago.

—Martín, ¿Qué haces levantado a estas horas? —pregunto sorprendido desde la mesa y con el cigarro en la otra mano—. Ven. Siéntate —corrió la silla.

—Boludo, No se que me sucede —se sentó totalmente abatido.

—¿A qué te refieres?, ¿Tiene que ver con Andrés acaso?

—En parte.

—Si te explicases mejor... —hizo la pausa para fumar.

—Es ______. No se que me pasa con ella.

—Ahh, estas enamorado de ella.

—¿Qué decís, Santi? —hablo incrédulo—. Deberías dejar de fumar.

—Y tu dejar de engañarte.

—¿A qué te referís? —se hizo el desentendido.

—Ay, por favor —niega con la cabeza—. Todos hemos visto como la miras, como le prestas atención cuando habla y asientes ante cada una de sus sugerencias. Estas enamorado —resumió—. Deja de darle vueltas y explora ese amor desconocido. Dale una oportunidad...Dense una oportunidad —su tono suave convencía cada vez más al argentino.

—Pero, ¿Y si me rechaza que hago? Ella conocía lo que sentía por Andrés —volvió la inseguridad y el miedo.

—Pues usa eso a tu favor —el ingeniero arqueo una ceja y negó con la cabeza.

—Definitivamente fumar te hace mal —emprendió camino hacia adentro.

—¡Piensa en lo que te dije!

<<Este no tiene todas las luces prendidas>>.

Pero las luces se le prendieron a el cuando se acostó.

Enseguida se levanto y fue a tu habitación, golpeando la puerta suave pero insistentemente.

Abriste dejando ver tu cuerpo en ropa interior.

No hace falta mencionar que se alborotaron las hormonas del hombre ante tal linda y sexy imagen.

—¿Qué haces levantado a estas horas? —tu tono hizo notar que estabas durmiendo—. Da igual. Entra —te hiciste a un lado.

—______, ¿Me podés ayudar con algo?

—¿Del plan? —te afirmaste en la puerta e hiciste a un costado un mechón de tu cabello.

—No, no —se apresuró a decir—. Es algo que tiene que ver con Andrés.

—¿En que quieres que te ayude? —mordiste tus labios en demostración de interés. Siempre hacías eso.

<<Flaca, deja de hacer eso que me estas matando>>.

—Emm..., quiero que me ayudes a practicar para confesarle mis sentimientos.

—Okey, te ayudare —te sentaste a su lado—. Puedes empezar.

<<Dios, no me abandones ahora>>

—_____, yo desde que te conocí me enamoré. Se que te sorprenderás si te digo que te amo con toda la locura que puede haber. Nunca nadie había hecho que mi corazón se vuelva loco con solo pensar en ti. Me haces hacer cosas que no forman parte de mi ser solo para que te sientas atraída por mí —se acercó un poco—. Cada palabra que dices con tu tono tranquilo, pero a la vez tan hipnotizante me vuelven loco. No me importa que haya alguien más. Yo te amo —confeso con toda sinceridad.

Las respiraciones se estaban mezclando y ambas mirada iban desde sus ojos hasta los labios.

—Martín, estuviste bien. Fuiste muy romántico —no perdiste tu serenidad, aunque por dentro temblabas.

—Esto no fue actuado, _______. Vos me gustas. Me gustas mucho y te entiendo sino quieres estar conmigo...

—Eso seria lo ultimo que querría —susurras para besar sus labios tiernamente.

—Te amo.

—Yo aún más. 

N/A:: Hola, ¿Cómo han estado? Domingo de resurrección. Solo voy a decir una cosa:  Guess who's back

Back again

Aylén's back

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Guess who's back, guess who's back
Guess who's back, guess who's back
Guess who's back, guess who's back
Guess who's back

La Casa De Papel / One shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora