Roi

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Toda su cama estaba llena de vestidos de marcas importantes europeas, pero ninguno era el que buscaba.

—No hay nada decente aquí —se toca el pelo indignada. Berlín la había decepcionado, esperaba más tratándose de él.

Tocaron la puerta por lo que fue a abrir. Se encontró con Cameron. Antes de que le dijeran algo entro.

—Buenas tardes, yo estoy bien. Gracias por preguntar —hablo cruzada de brazos.

—Vic, esto te lo manda Berlín —enseño un vestido—. La otra ropa la ofrecía el servicio del hotel.

—Con razón —susurro para si misma—. Gracias, Cam —se sonrieron y la nombrada se fue.

Miro con atención la prenda: Vestido de noche liso con hombros descubiertos, línea A, corsé largo y de color rojo vino.

Se cambio y fue a la habitación de al lado

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Se cambio y fue a la habitación de al lado. Estaba toda la banda dentro de ella.

—Disculpen la demora —se sentó en la silla que estaba al lado de Keila—. Que manera de impresionar a Bruce, mosquetera —la rubia se sonrojo mientras su compañía reía.

—Stone, por favor —estaba avergonzada.

—Kei- Kei, dime Vic. Stone me dicen mis enemigos.

—Lamento interrumpir la charla, pero necesito hablar contigo, Vic —se levantó y se acomodó en un rincón de la habitación con Berlín.

—La ropa de aquí, es desagradable —tomo la palabra disgustado y con una mueca.

—Para tratarse de un hotel 5 estrellas parisino me rompieron las expectativas.

—Tuve que gastar 18 mil euros en ropa. Fue una buena inversión.

—¿A que hora es la gala?

—A las 23: 30.

—Ya están todos listos —miro a Roi y luego a todos para disimular que lo comía con la mirada.

<<Que papucho, por favor>>

—Como saben, esta noche es importante para en el plan. Necesitamos prestar atención a los detalles.

—Especialmente a Monsieur Polignac y los guardias de seguridad. Nadie levante una sospecha porque el plan se ira a tomar por saco.

—Alto y claro, señor —dijeron todos menos Stone mirando al líder.

—Yo me iré primero para comprobar que todo esté bien.

—Roi, acompáñala.

—Si, señor.

Ambos salieron del hotel para alquilar un coche e ir camino a la casa de subastas.

—¿Nervioso?

—Bastante, Vic.

—¿Y tus lentes?

—Ya no los tengo.

—Que lastima. Me ponían y te hacían sexy —se puso nervioso de inmediatamente—. Ya hemos llegado.

A paso elegante Vic Stone llego a la entrada seguida de Roi.

—Nombre, por favor —pidió el guardia.

—Paula Rose. Él es Ares Hidalgo —señalo a su compañero.

—Pasen —se hizo a un lado.

Vic se fue a quien sabe dónde, dejando solo a Roi

—Hemos llegado —exclama Cameron fingiendo normalidad

—Dios, recién hemos llegado —se queja el hombre para ir con ella.

A los pocos minutos Stone salió completamente borracha, porque, así como le era fácil colar armas, lo mismo era con el alcohol.

—Joder —susurra Cameron.

—¡Roi! —exclama llegando como puede.

—Esta muy borracha —comenta la morocha.

—No lo note, Cameron —el sarcasmo era claro.

Se pusieron a discutir hasta que ella se fue, quedando Vic y él solos.

—¿Por qué te has puesto así sabiendo que puedes joder el puto plan? —le susurra recriminándole para irse.

Esta lo sigue y lo acorrala en un rincón donde no había ni un alma.

—¿Qué estas haciendo, Stone? —se callo al ver como sacaba un cuchillo de su pierna derecha y se lo ponía debajo del mentón.

—Escúchame, Mon Amour. Quiero arrancarte el corazón, como tu has hecho con el mío sin darte cuenta, ¿Sabes? —canturreo seductora y amenazadora, poniendo su pierna izquierda entre medio de las de su <<amigo>>—. Claro que no los sabes, chérie —se fue sin dejar rastro alguno, dejando al español embobado y confundido.

Para despejarse se fue a una carrera de autos ilegales, donde estaba ella.

—Hola —su voz melodiosa lo asusto.

—Ho- hola.

—¿Corremos? Tengo un plan —le guiña el ojo y sin esperar después pidió un coche y se subió en el asiento de copiloto—. Vente —le hizo caso y se subió.

—Esto va a estar de puta madre —se emocionó.

—Lo se —se pusieron a correr contra un coche azul —. Desvíate.

—¿Eh?

—Confía, Roicito

Se desvió y Vic aprovecho para subirse en su regazo y besarlo.

A ella le gustaban 3 cosas: la diversión, peligro y Roi, por supuesto.

Se sorprendió cuando le correspondió y le acaricio el muslo. Se estremeció al sentir el tacto frio de su mano, pero le encanto.

Todo de su persona le encantaba.

La Casa De Papel / One shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora