Río

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Agobiada y cansada, así estuviste durante todos estos días.

<<Tu viaje reparador>> —nótese la ironía—, te había provocado malestares emocionales cuando por fin creías haber recuperado el rumbo de tu existencia.

Conclusión: nudos en la garganta, falta de aire y opresión en el pecho.

Todo eso siendo callado, pero, ¿Para que hablar si no te entenderían?

Ya conocías todo el tramo si contabas lo que sentías, por eso callabas.

¿Para qué hablar acerca de todo lo que atravesaste, aunque te esté lastimando?

¿Para que sentir si puedes no hacerlo?

¿Por qué tendrías que quejarte si es simple y sencillo?

Al fin y al cabo, el ganador se lleva todo y el perdedor tiene que caer. Ese es su destino.

Los jueces decidirán.

Personas como tu permanecen.

Espectadores del show. Siempre manteniéndose al margen.

El juego empieza de nuevo.

En la ducha escuchabas como Carla Bruni interpretaba <<The Winner Takes It All>> desde tu televisor que se encontraba en la sala.

—The winner takes it al

The loser has to fall

It's simple and it's plain

Why should I complain? —cantaste suavemente con lágrimas en tus ojos sientiendo como te identificabas con esa parte.

No escuchaste como los toques en la puerta se repetían mas de 6 veces, por lo que la visita tuvo que entrar por la ventana de tu habitación y sentarse en tu cama a esperar a que salieras del baño.

El baño estaba lleno de vapor después de una ducha caliente. El espejo estaba empañado, y el suelo de baldosas estaba frío bajo tus pies descalzos. Tu cabello goteaba agua sobre tus hombros mientras te envolvías en la bata de baño negra.

Habías estado perdida en sus pensamientos, pero al abrir la puerta del baño, te encontraste con una sorpresa inesperada. Allí, parado frente a ti, estaba tu mejor amigo, Río. Sus ojos se encontraron, y el aire se cargó de tensión.

Te miró con asombro. La bata transparente apenas cubría tu cuerpo, revelando tu piel suave y curvas delicadas. No había esperado encontrarse con esta imagen en el pasillo de tu apartamento.

—_____, no esperaba verte así —recorrió tu cuerpo con su mirada, mordiéndose los labios.

—Yo tampoco esperaba verte, es más, no quiero verte —cruzaste los brazos molesta.

—Tarde o temprano lo íbamos a hacer.

—Rápido. No tengo tiempo, y menos para ti —el tono marcaba indiferencia y frialdad hacia la persona frente a ti.

—Quería saber si querías ir conmigo a Brasil —se rasco la nuca, nerviosa.

—Cortés, si quieres arreglar tu desastre te esta saliendo para la mierda —tus palabras partieron su corazón en dos, sintiendo lo que habías sentido hace un par de años

—_____, solo quiero que estemos bien.

—Y lo estamos.

—Sabes que no es como dices.

—¿Cómo quieres que sea? Tienes tu vida. Yo tengo la mía. Aprende a poner puntos finales a las cosas.

—________...

—Ya has ganado —lo interrumpiste—. Llévatelo todo y déjame en paz.

—Esta bien —se fue.

Al final, como en tantas ocasiones, el ganador se lo lleva todo.

La Casa De Papel / One shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora