Destino compartido || Gavi ||

Parte 38- Estamos juntos en esto

Recordad dejar estrellita <3

NARRA BEA

-Gracias Pablo..- cuando abracé al padre de Gavi sentí todas las dudas desaparecer y supe que había tomado la decisión correcta. De momento, lo más sensato era irme con el.. aunque esto fuera a ser provisional.Pensaba buscarme un piso en alquiler cuando todo estuviera un poco más estable, y no depender solo de Gavi en eso- de verdad..gracias -repetí.

-Ni las des Bea, venga- Pablo dejó un beso en mi frente y cogió mi maleta para cargarla en el enorme Audi negro de Gavi que yo conocía demasiado bien. Muchas guarradas habíamos hecho Gavi y yo en los asientos de detrás y de delante.

Al igual que Gavi, que sabía cuando darme espacio y cuando necesitaba hablar de tonterías para despejarme, su padre parecía que también me conocía bien en ese aspecto, porque no dejó de hablarme en todo el camino contándome cualquier anécdota tonta de sus hijos que se le iba ocurriendo, y así consiguió lo que quería. Que dejara de llorar y me calmara un poco antes de entrar por la puerta de su casa.

Gavi en seguida levantó el cuello nada más escuchó la puerta de su hogar abrirse. El sevillano estaba sentado en la mesa del salón con la pierna estirada junto a su madre y Aurora que miraban algo en el portátil de la última.

-Hola- saludé tímida mientras los 3 dirigían toda su atención a mi con una ceja alzada.

-¿Y esa maleta?- preguntó Aurora y Gavi le dio un manotazo muy poco amistoso para que se callara.

-¿Todo bien?-preguntó Aurora madre acercándose a mi a darme un mini abrazo - tienes los ojitos hinchados..- acarició mi mejilla.

-Todo genial, por la salud de nuestro hijo.. Bea se va a quedar aquí una temporada - respondió Pablo padre por mi y Gavi abrió mucho los ojos sorprendido.Hizo ademan de incorporarse para venir hasta mi pero fui yo a su lado antes de que lo consiguiera.

-No te muevas, que tienes que descansar la pierna- llevé mi mano a su nuca y dejé una caricia mientras el apoyaba la cabeza en mi barriga y se abrazaba a mi.

-¿Me perdonas?-balbuceó cogiendo mi mano y dejando un besito en la palma.

-No hay nada que perdonar cielo..- besé su frente con cariño aguantando las ganas que tenía que llorar, pero Gavi lo notó porque se tensó y entrecerró los ojos.

-Vamos a mi cuarto un rato- informó al resto de su familia mientras se incorporaba y cogía su muleta indicándome que le siguiera.

Normalmente el cuarto de Gavi estaba en la parte de arriba de la casa, pero desde su lesión , le habían habilitado un habitación en la parte de abajo para que le fuera más cómodo moverse por la casa y evitara tener que subir escaleras, especialmente después de la operación, donde debería guardar reposo absoluto al menos una semana.

Cuando entramos en su cuarto ayudé a Gavi a sentarse en la cama y colocar un cojín debajo de su pierna mala para que estuviera cómodo, pero al mismo tiempo yo ya no podía más y noté alguna lagrima caer por mi mejilla.

-¿Qué ha pasado?- empezó con suavidad estirándome del brazo para que me apoyara en su pecho.

-Nada-balbuceé llorando.

-Bea..estoy lesionado, pero por eso no quiere decir que lo tengas que pasar todo sola -me acaricio la mejilla con sus dedos y besó mi frente -Por favor.. dime que ha pasado nena.

-Pero no te quiero preocupar con tonterías...

-No son tonterías mi vida, tu estás para mi y yo para ti, estamos juntos en esto- volvió a besarme mientras apretaba un poco la presión en mi cintura pidiéndome de nuevo que hablara.