Destino compartido || Gavi ||

Parte 14- ¿Por qué te quieres casar?

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NARRA GAVI

Algunas semanas después..

-¿Me lo puedes volver a contar?-me preguntó Pedri apoyándose ligeramente en la vitrina. 

-¿Otra vez hermano?- suspiré nervioso sin apartar la vista de los anillos que tenía delante. 

-Es que no me creo que fueras capaz, y tampoco me imagino la situación-admitió el canario divertido. 

-Joder hermano, déjalo.. tampoco es para tanto. 

Pedri llevaba toda la mañana igual, haciéndome repetirle la historia una y otra vez y yo solo me estaba poniendo aun más nervioso.No llevaba a nada recordarlo una y otra vez, porque ya estaba hecho.

-Le pediste matrimonio con un anillo del barça de plástico a tu novia de 7 años, con la que además tienes un hijo y esperas otro, en una heladería, rodeada de fans- Pedri chasqueó la lengua- todos sabemos que amas el barça, pero incluso para ti.. te has superado hermano.

-Bueno, ya vale. En ese momento me salió solo, además el anillo le quedaba de Puta madre- me defendí orgulloso, porque era verdad. Parecía que estuviera hecho para el dedo de Bea, aunque era cierto que mi niñata tenía los dedos super delgaditos, joder, ¿Qué más daba?. El anillo era lo de menos, lo importante era la pedida en sí. 

-Cuando te dije que le pidieras matrimonio, no me refería exactamente a eso-siguió el canario ignorando lo que acababa de decirle- después de 7 años..

-Hermano, estoy intentando solucionarlo ¿vale?- señalé obvio la bandeja de anillos que teníamos frente a nosotros- por algo te he pedido que me acompañes ¿vale? Pues acompáñame y listo.

Pedri asintió en silencio. Miró por encima los anillos que teníamos delante, pero sin interés. Y era normal, porque a mi tampoco me convencía ninguno de ellos. Grandes, blancos, con diamantes y piedras super exuberantes. No me gustaba ninguno, porque no veía a Bea con ninguno.

El canario a penas tardó un par de minutos volver a abrir la boca de nuevo, con intención de soltar alguna otra cosa que solo me pondría aun más nervioso, lo vi venir. 

-A ver.. ¿Qué pasa ahora?- resoplé nervioso. 

-¿Y que te dijo Bea?

-¿Otra vez?

-Es que me cuesta imaginar como la Bea que conozco se podría tomar bien eso...después de 7 años.

-No se lo creía al principio-expliqué por quinta vez- pero luego juraría que le hizo hasta gracia.

-Define "hacer gracia"

-Me dijo que se lo pensaría. 

Pedri parpadeó incrédulo e hizo una mueca. Me estaba juzgando en silencio, lo sabía.

-Y me besó ¿vale? no se lo tomó a malas joder- me puse en pie nervioso y me llevé las mano a la cabeza -no se lo tomó a mal, porque es su manera de vacilarme, ese es nuestro estilo desde el primer día que nos conocimos. Siempre nos vacilamos y nos hacemos rabiar.Por eso no me ha dicho nada aun en..

-4 Semanas- acabó Pedri por mi haciendo que un escalofrío me recorriera de pies a cabeza. 

Sí 4 largas semanas habían pasado desde mi propuesta en la heladería. 4 largas semanas sin una respuesta, y cada vez que sacaba el tema se hacia un poco la loca. 28 días desde que nos enteramos que esperábamos otro bebe, nuestra nena..todo era perfecto entre nosotros ahora, todo menos la falta de respuesta de mi niñata.