Destino compartido || Gavi ||

Parte 11-El hombre malo

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NARRA GAVI

-Que sí, ya lo se Manu, ya lo se -suspiré una vez más al teléfono. Mi agente estaba muy enfadado conmigo por el desplante que les había hecho a los de la campaña de publicidad al no aparecer al no aparecer. Era una colaboración que llevábamos mucho tiempo persiguiendo, pero es que ni si quiera me acordé de avisar que no iría, cuando Bea aceptó ir al médico. Mi carrera, el futbol y todo lo demás paso a un segundo plano. Bea y Martín eran y iban a seguir siendo siempre mi prioridad siempre.

-¿Entiendes lo mal que me has hecho quedar? ¿Y como has quedado tu? era una campaña importante Gavi, no puedes desaparecer cuando algo no te apetece- me volvió a regañar y solo resoplé amargado mirando hacia la sala de espera donde esperaba ver a Bea y a mi niño, pero no habia rastro de ellos.

-Joder, mierda que ya la han llamado, escucha Manu tengo que dejarte. 

-No, no me vas a dejar y vas a escucharme. No tienes 18 años Gavi, ya eres un adulto y tienes obligaciones.

-Manu ya se que tienes razón, pero Bea no está bien y tenía que acompañarla al médico ¿vale? ella va por encima de cualquier campaña o lo que sea- acerté a decir perdiendo un poco la paciencia. Quería estar junto a Bea y Martincito cuando entrara a consulta.

-¿Qué le pasa?-preguntó entonces Manu- ¿Está bien?

-No lo sabemos aun, pero con lo de su corazón siempre hay que ir con cuidado, ya lo sabes.

-Ojalá no sea nada, dale un beso de mi parte y luego me cuentas que tal- me pidió Manu antes de colgar, y es que en estos 7 años Bea se había ganado a mi agente. Esa era mi niñata, siempre se hacia de querer donde fuera. 

Cuando acabé de hablar con Manu, me acerqué al mostrador de las enfermeras para preguntarles donde se habían llevado a Bea. Porque todas las salas eran iguales y no sabía a donde ir. 

-Hola, soy la pareja de Beatriz Bernard- empecé- Me podrían decir donde..

-El doctor los atenderá enseguida, son los siguientes- respondió la enfermera bastante seca.

-Eh.. ¿Pero no ha pasado ya?-pregunté confuso mirando la sala de espera. No había ni rastro de Bea ni de Martincito, y dudaba bastante que se hubieran ido al baño, porque me había pasado hablando con Luís casi media hora y eso no podía ser. Ni de lejos se habían pasado en el baño más de media hora. 

-No, el doctor esta atendiendo a alguien más ahora-la enfermera señaló la consulta del doctor- al ser paciente de riesgo, el doctor prefiere verla antes, y luego ya pedir las pruebas pertinentes- explicó antes de volver su atención hacia la pantalla del ordenador.

-Pero...no tiene ningún sentido, ¿Dónde está?

La enfermera levantó la vista de nuevo perdiendo un poco la paciencia. 

-Ya le he dicho que son los siguientes, sino le importa sentarse junto a la paciente y esperar como todos.

-¿Qué paciente? ¡sino esta!-grité perdiendo los nerviosos y señalando la sala de espera- ¿No ve que no esta? ¿Dónde está mi mujer y mi niño?

Puede que levantara demasiado el tono de voz, porque la mitad de los pacientes de la sala de espera se me quedaron mirando sorprendidos.

-A ver, a ver ¿Qué pasa?- una enfermera un poco mas mayor salió de la salita contigua y se acercó al mostrador.

-Le he dicho al señor que son los siguientes, pero insiste en saber..

-No insisto en saber nada, mi mujer y mi hijo estaban aquí esperando- señalé las sillas libres donde había visto por última vez a mi niña y mi niño-y ahora no están.