Destino compartido || Gavi ||

Parte 4- ¿Este tío?

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NARRA BEA

-Cariño espera, que te dejas la mochila- coseguí coger a Martín por el brazo antes de que saliera disparado hacia la puerta de La Masia.  Martín tenía entreno a las 12 hoy para preparar el partido del sábado y estaba muy nervioso. Adoraba el futbol tanto como su padre, y era dejar a Martincito en La Masia y se olvidaba de todo lo demás.

-Ay mami, que no llego- se quejó nervioso.

-Si que llegas mi vida que son las 11.45- le recordé peinando un poco su pelo- yo no soy papa, y siempre te traigo con tiempo para que te puedas cambiar con tus amigos.

-Ay mami, yo se pero sabes que yo nervioso mami.

-Venga tira, pero dame un besito antes- le pedí y mi hijo saltó a mis brazos con ganas.

-Te quiero mucho mami. ¿Vienes a por mi?

-Claro cariño, como siempre. Y si entrenas bien hoy..y las notas del cole van bien, prometo hacerte algo más para cenar que verduras.

-Mami síii, yo 10 siempre mami soy listo.

-Ya lo se ya-volví a abrazarlo con ganas antes de que saliera corriendo.

Definitivamente mi hijo era lo mejor de mi vida, a parte de Gavi. Jamás me arrepentiría de la decisión que tomé aquel día, cuando me vi parada frente a la puerta de casa con una maleta en mano. Podía huir de todo, podía ser libre unos meses y sanar, pero eso implicaría dejar a mi bebe. Encontré las fuerzas de donde no las tuve por el, y por Gavi y me quedé, aunque fue una época muy oscura en mi vida, tener a Martín a mi lado, tener que cuidarlo y crear una rutina con el me ayudó mucho, y la verdad, no sabría decir que haría sin el.

Después de dejar a Martín en el entreno, pasé a recoger su nueva equipación por el club y me fui directa a casa. Gavi y Martín eran dos terremotos. Aunque Martincito se parecía mucho más a mi en personalidad, cuando ambos se juntaban en casa lo dejaban todo patas arriba, y hoy no fue diferente.  El comedor parecía una cuadra con todos los juguetes de Martín tirados por todas partes, además de algunas prendas de ropa de Gavi.

Desde mi accidente, nunca me imaginé ama de casa, y dedicada a mi familia.Tenía sueños, viajes en mente, formar una familia no era uno de ellos, pero ahora me costaba imaginarme mi vida de otra forma. Era feliz, con mi niño y con Pablo.

Apilé un par de juguetes en una de las cajitas de Martín cuando algo cayó al suelo. Era mi blog de dibujo. No recordaba la ultima vez que pinte., ¿la razón? no encontraba la inspiración. Con todo lo que pasó con Ana, ya no me sentía tan unida al arte como antes, y en parte me sabía mal. Era lo único que me unía a mi madre, y ahora lo había perdido también.

Solté un sonoro suspiró y me dejé caer en el sofá con el blog de dibujo en mano.Pasé una a una las hojas, con cada dibujo recordando lo mucho que disfrutaba antes haciendo eso, y como si se hubiera iluminado algo en mi cabeza, sentí la tentación de coger un lapíz y pintar. Tampoco fue nada especial, solo un pequeño esbozo, algo sin forma, pero que me entretuvo lo suficiente como para que pasaran casi 2 horas y no me diera ni cuenta.

-Pues no está mal.. para ser el primero en tanto tiempo- sonreí. Era un paisaje de una playa con una pequeña barquita, nada que ver con lo que dibujaba mi madre, pero por mucho que lo intentara, nunca me salía pintar lo mismo que ella. Sin embargo, este pequeño paisaje era un gran paso para mi y significaba que estaba mejor. Después de 5 largos años..y del trauma que viví con Ana, empezaba a ver la luz a final del túnel.