Destino compartido || Gavi ||

Parte 89- Sus ojos marrones

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NARRA GAVI

Flasback varios meses atrás

-Gavi tienes todo el cuello lleno de marcas- negó Fermín señalando mi cuello justo cuando entrábamos al vestuario para cambiarnos antes del entreno.

-Cállate hermano- me llevé la mano al cuello algo avergonzado.Había pasado una noche bastante entretenida con una nueva rubita con la que estuve hablando por Instagram.Solo le pedí una cosa, que no me dejara marcas.

-¿Quien ha sido la afortunada esta vez?- ironizó Pedri

-Nadie relevante- me encogí de hombros intentando dejar de ser el centro de atención porque solo me estaba calentando.

-Hermanito, como eres, ya no cuentas nada...

-Es que no hay nada que contar, joder- acabé gritando amargado y salí disparado de los vestuarios directo al campo del entreno. Algunos jugadores ya estaban, al igual que las chicas de redes, que siempre me enfocaban con las camaras. No había cosa que odiara más que me grabaran y siempre acababan haciéndolo por esa estúpida obsesión que tenía media población conmigo.

Me aparté de ellas esperando pasar desapercibido .. cuando la vi.

Una pequeña figurita que se acercaba al campo del entreno seguido de nuestro fotógrafo. Supuse que ella también debía de serlo, porque llevaba una cámara enorme entre sus manos, pero eso no fue lo que más me llamó la atención de ella. La pobre tenía la misma cara de circunstancia que yo. La miré con curiosidad un poco más hasta que.. mis ojos toparon con los suyos. Ojos marrones, verdosos, eran preciosos, o sea toda ella era preciosa en su conjunto. Pero sus ojos.. hicieron que.. bueno, algo que hacia mucho tiempo que no sentía volviera a encenderse en mi.

Sus ojos..recordé con pena..sus ojos..

Los mismos ojos que ahora mismo esa misma chica acababa de cerrar frente a mi.

Mi Bea.

Fue sin lugar a dudas la peor sensación del mundo. Peor que mi lesión, peor que toda la recuperación junta, no podía expresar lo que estaba sintiendo en este momento, pero mi hijo lo hizo por mi.

Martín rompió a llorar en mis brazos. Su diminuta carita se tornó roja a la vez que más gritos salían de su boca. Y pensar que hacia unos minutos pensábamos que no respiraba..ahora estaba dando rienda suelta a sus pulmones.

-Bea, Bea-me acerqué a mi novia y moví un poco su brazo- Bea, porfa no.. Bea, despierta, tienes que despertar.

Lagrimas de frustración empezaron a correr por mis mejillas.

No podía estar pasando esto. No podía ser que después de tanto tiempo juntos, en el que debía de ser el momento más feliz de nuestras vidas, ella no fuera a estar. No fuéramos a tener nuestra familia.

-Bea, despierta- le ordené recordando lo poco que le gustaba a ella que le ordenara cosas-Bea ya que se odias que te ordene cosas, pero tienes que despertar joder- mantuve a Martín en mi brazo, y con el otro libre acerqué el cuerpo inmóvil de Bea a mi pecho- Bea, hazlo por el.. ni si quiera lo has cargado, Bea venga.. despierta, tienes que despertar. Tienes que conocer a Martín, o a Pablo, lo llamamos como tu quieras mi amor, pero despierta.

-Gavi..-Pedri me dio unos golpecitos en la espalda, pero me removí incómodo. Nadie me iba a apartar del lado de mi niña.

-Bea somos una familia los tres- miré a Martín que se había quedado en medio de los dos- Bea no puedo hacer esto sin ti, te necesitamos los dos Bea.. no me dejes, no me puedes dejar así ¿Qué voy a hacer sin ti? Bea..