Destino compartido || Gavi ||

Parte 55-La promesa no fue suficiente

Recordad dejar estrellita <3

NARRA BEA

Me gustaría decir que el viaje a Sevilla fue especial y que solo mejoró mi relación con Gavi, pero no podía mentirme a mi misma, porque había sido todo lo contario. Desde que volvimos, Gavi llevaba unos días bastante raros. Al principio pensé que era cansancio acumulado porque había empezado la segunda fase de su recuperación de la rodilla y todo era mucho más intenso, pero a medida que pasaban los días, la cosa no mejoraba por mucho que yo intentara sacarle algo.  

Mantenía las distancias conmigo y estaba cabizbajo, como si nada le importara, como si pasara de todo y yo ya..no fuera suficiente para el.

Y hoy no fue diferente. Desde que nos despertamos por la mañana, a penas habíamos cruzado palabra. Yo había bajado directamente a la cocina a preparar el desayuno, mientras el se había quedado adormilado en la cama sin ganas de moverse. 

Me consideraba una persona paciente, pero había llegado al límite. No entendía su comportamiento y el distanciamiento, no después de todo lo que nos prometimos en ese mirador de Sevilla.

Serví los huevos revueltos mientras no dejaba de comerme la cabeza. ¿Qué debía hacer? 

-Buenos días- escuché que decía Gavi por detrás mío. Se acercó a mi por la espalda e intentó girarme para darme un beso en los labios, pero me quedé inmóvil y al final acabó dándomelo en la mejilla. No me había besado desde hacía días y no entendía muy bien a que se venía ese acercamiento de nuevo.

-Buenos días, tienes el desayuno en la mesa- dije sin mirarlo señalando el plato.

-¿Qué te pasa?-preguntó con una mueca. Su pelo estaba alborotado, y tenía cara de acabarse de levantar, pero aun así estaba igual de guapo que siempre y lo odiaba por ello.

-No me pasa nada- respondí encogiéndome de hombros. ¿Cómo me podía hacer esa pregunta? ¿A caso no era evidente por que estaba así?

-No me has mirado desde que he bajado a desayunar, por no hablar de la cobra que me has hecho .

-Bueno, ¿Qué te pasa a ti?- le rebatí.

-A mi no me pasa nada- se encogió de hombros justo como había hecho yo.

-Ya, seguro, pensé, pues bien, si el no quería hablar, yo tampoco iba a hacerlo. 

-A mi tampoco me pasa nada- hice exactamente el mismo movimiento de hombros que el y me fui al comedor a coger mi portátil. 

-¿No vas a desayunar?-preguntó confuso al ver que no me sentaba con el en la cocina.

-La verdad, se me ha ido el hambre-admití sin tapujos y el solo hizo una mueca.

-Acaba de decir que no te pasa nada y es evidente que sí- me echó en cara.

-Ya, tu también llevas diciéndome que no te pasa nada desde hace días cuando es evidente que sí que te pasa algo- le rebatí de nuevo-Así que vive con ello Gavi, al igual que lo he hecho yo desde que volvimos de Sevilla.

Ese viaje y esa promesa pensé que nos uniría más, pero había sido todo lo contrario, y en especial desde que salió de fiesta con sus amigos. Cuando volvió esa noche estaba en shock y llegué a pensar que algo me ocultada, y de ahí.. empecé a comerme la cabeza aun más.

Quizá lo mío con Gavi no era para siempre y eso me asustaba, porque ahora mismo dependía completamente de el. Mi trabajo, mi casa.. todo dependía del sevillano, y si por alguna razón lo nuestro seguía como iba ahora, yo no lo iba a aguantar. Me quedaría sola y tirada en la calle.