Destino compartido || Gavi ||

Parte 58-Su juego de manipulación

Recordad dejar estrellita <3

NARRA BEA

Me quité la camiseta y me acosté en la camilla como me indicó el doctor bajo la atenta mirada de Gavi. El sevillano no se había apartado de mi lado desde que llegamos a la consulta del cardiólogo. Le hacia muy poca gracia toda la situación en si  y tampoco le importaba demostrarlo. 

Con sus caras de asco, apretando la mandíbula y mirándolo todo de reojo. En principio no quería que me acompañara, nunca dejaba a nadie que me acompañara a mis revisiones del corazón porque era cuando más vulnerable me sentía, pero Gavi insistió tanto que no pude decirle que no.

"Tu has estado para mi y yo estoy para ti"- con esa frase dejó el asunto zanjado, y aquí estábamos los dos en la consulta del Doctor Santos, uno de los cardiólogos más prestigiosos de Barcelona, y el médico que me había estado tratando desde que tuve mi trasplante de corazón.

Mi cardiólogo era un hombre mayor, casi de la misma edad que mi padre, con una grandísima experiencia a nivel internacional, pero el no parecía ser el problema de Gavi , el problema del sevillano era su atractivo hijo de 26 años que estaba de prácticas en la consulta. Manuel. 

No era la primera vez que veía a Manuel. Por suerte o por desgracia, mi padre era intimo amigo del Doctor Santos, y había coincidido varias veces con Manuel. Y es que cuando el padre de Manuel empezó a tratarme, odiaba que compartiera el más mínimo detalle sobre mi recuperación con mi padre, y por eso siempre acabé confiando más en Manuel. Al ser mucho más joven, siempre me sentía más cómoda con el.. y esa era parte de mi vida que Gavi no conocía. Que su "niñata" podía tener amigos.

-Empezamos con el electro y luego pasamos a la ecografía y la analítica- me explicó Manuel mientras pegaba sobre mi pecho los lectores del electro. Su padre lo observaba todo desde la distancia asintiendo-Estos tienen menos pegamento y creo que te harán un poquito menos de irritación, la otra vez se te puso toda la piel rojita-recordó haciendo una mueca y acabó de colocar todos los electrodos en la zona izquierda de mi pecho, dejando una mini caricia en mi brazo.

Gavi chasqueó la lengua y negó nervioso apartando la mirada con rabia.

-Cálmate que no es nada- cogí su mano pidiéndole que se sentara y solo suspiró aceptando. 

Gavi llevaba unos días de lo más dócil y obediente porque se pensaba que aun seguía enfadada con el. Y enfadada, enfadada.. ya no estaba.. solo que.. bueno me estaba volviendo a costar confiar en el. Fue duro para mi enterarme por mi prima que el y Gavi se habían visto y que mi novio me lo había ocultado, aunque sabía perfectamente que no pasó nada entre ellos, si Gavi quería que lo nuestro funcionara, debía de ser sincero. Y hasta ahora parecía que lo había sido, o eso quería pensar.

La maquina del electro pitó marcando el inicio de la prueba y en a penas unos minutos después, salieron las lecturas de mi corazón. 

-Bueno, parece que está todo bien, la frecuencia y el ritmo cardiaco son normales- dijo Manuel pensativo.

-Pero tuvo dos taquicardias en mismo día- rebatió Gavi nervioso- por la noche le iba a 120 pulsaciones por minuto, pero logré que le bajara a 100, también vomitó y..estaba muy nerviosa.

Agradecí internamente que no mencionara mi desliz con las pastillas. Porque esa noche estaba tan desesperada por dormir y no pensar en todo lo que había pasado con Ana, que no dudé en tomarme alguna pastilla de más y... tuvo justo el efecto rebote. Según me contó Gavi me puse hiperactiva, y además, desde entonces había estado con mareos. De ahí que accediera a venir a la revisión del corazón antes de tiempo.