Destino compartido || Gavi ||

Parte 54- ¿Una ilusión?

Recordad dejar estrellita <3

NARRA GAVI

No había forma de relajar a Bea, seguía moviendo como una descosida para que me quitara de encima de ella. Pero aun con mi lesión de rodilla, era más fuerte que ella. No podía hacer nada contra mi.

-Pablo como no me sueltes te juro que te dejo- me amenazó al final - y voy muy en serio, quiero irme de aquí, no me apetece.

-Eres una malcriada, te tengo demasiado mimada- bajé y besé sus labios mientras ella forcejeaba para no besarme.

-Mentira..

-Verdad, te tengo muy muy consentida siempre niñata- volví a besarla pero esta vez me mordió el labio antes de que la rozara- Auch nena, ¿me has mordido? esto se pone interesante...

-¡No entiendo porque me sigues hablando de a quien te has follado!- saltó exaltada y tosiendo un poco, mientras ignoraba todo lo que el había dicho.

-Eh venga tranquila- no se me olvidaba que acababa de salir del hospital, aunque solo quería chincharla un poco antes de seguir con mi propuesta- relájate y déjame acabar.

Giró el cuello para no verme mientras respiraba despacito. Venga.. ya la había hecho sufrir demasiado, me tocaba ser el buen novio ñoño.

-Aquí es donde me di mi primer y me daré mi último beso con la chica de mis sueños - acabé dándole el momento de paz que tanto necesitaba- porque no pienso besar a nadie más que a  ella..si ella quiere claro. Y me da igual su familia..su prima.. o quien sea,  porque la quiero mucho y no me imagino mis días sin ella.

Bea volvió a girar la cara muy lentamente hasta que sus ojos se toparon con los míos. Ya no estaba enfadada, a veces aun me sorprendía como se le pasaban las cosas tan rápido. Pasaba de ser una fierecilla a una ñoña.

Levantó la mano para rozar la comisura de mis labios como si deseara que la besara ya y cumpliera con lo que acababa de decirle.

-Menuda declaración que acabas de hacerme Pablo.. eres un romanticón- sonrió pasando el dedo de mi labio a mi mejilla mientras la necesidad de probar sus labios aumentaba para cumplir esa promesa que acaba de hacerle.Y eso hice.Bajé mi rostro uniendo nuestros labios y hundiendo mi lengua contra la suya.

La verdad es que mi idea era que fuera un beso bonito, algo que ambos recordaríamos siempre, pero la excitación del momento pudo conmigo, haciendo que todo se volviera mucho más salvaje.Habían pasado demasiados meses desde que estuvimos juntos la última vez, y mi cuerpo me pedía más.

Bea me apretó contra su cuerpo, y su rocé quemó. Mordió la comisura de mi labio haciendo que soltara un jadeo de sorpresa, y yo solo pude meter la mano por dentro de su camiseta para rozar sus pechos por encima del sujetador.

-Pablo...-intentó contener el gemido contra mi boca.

-Puedes gemir y gritar todo lo que quieras nena.. aquí no hay nadie- con una mano saqué el pecho izquierdo de su sujetador y empecé a hacer ficciones lentar para torturarla, mientras Bea se dejaba llevar mordiéndose el labio. Sus gemidos eran música para mis oídos, no quería parar, no ahora, quería seguir.. pero mi jodida rodilla empezaba a pasarme factura. No era capaz de aguantar el peso de estar sobre ella, y empezó a temblarme, cosa que no fue pasada desapercibida por Bea, porque por poco caí encima de ella.

No tardó en separar los labios de los míos buscando el aire que le faltaba.

-Necesito que.. te levantes un momento Pablo- me pidió y solo suspiré abatido, temiendo que iba a separarse de mi y esto se quedara en un calentón tonto como todas las otras veces que habíamos empezado así.