Destino compartido || Gavi ||

Parte 47-Se acabó

Recordad dejar estrellita <3

NARRA GAVI

Me sorprendí a mi mismo por como tomé una gran bocanada de aire y y empecé a masajear el pecho de Bea para que reaccionara, tal y como me enseñaron en la Selección. Con mi puño en la mitad de su esternón, y la otra mano encima moví su pecho de arriba a bajo varias veces hasta que conseguí que abriera los ojos de par en par y tomara una gran bocanada de aire. 

-Amor mío..¿Qué te pasa?- cogí su cabeza y la apoyé en mi regazo preocupado.

Acaricié su frente mientras ella se llevaba la mano justo a la mitad del pecho y luchaba por mantener los ojos abiertos.

-No.. no puedo respirar.. me duele- sollozó sin aire, y en pocos minutos su pecho empezó a moverse con la misma dificultad de antes. 

-Joder.. ¿Qué hago?- fue más una pregunta para mi que para ella, porque Bea no podía responderme. Pero aquí estaba yo, solo y cojo, sin poder conducir para llevarla al hospital y con mis padres en Sevilla. ¿Qué podía hacer?

Estiré el brazo para coger un cojín de la cama y dejar la cabeza de Bea sobre el mismo.Empecé a incorporarme para alcanzar mi móvil, pero Bea sollozó. 

-No.. no me dejes.. tengo miedo..- lagrimas empezaron a correr por sus mejillas y a mi se me rompió algo por dentro. No solo por como la había tratado por todo lo de Carla, sino por verla así de asustada e indefensa sin ser capaz de hacer nada para que se sintiera mejor. 

-No te voy a dejar nunca Bea.. nunca, solo voy a pedir ayuda ¿Vale? confía en mi- le aseguré besando su frente de nuevo. No pareció del todo satisfecha con mi respuesta, pero aun así me levanté de su lado para alzancar mi móvil. 

Tampoco pensé mucho a quien llamar, solo había una persona madura y suficientemente calmada para ayudarme con algo así.Instintivamente marqué su número de teléfono y nada más descolgó ni si quiera lo saludé, fui directo al grano.

-Hermano te necesito por favor.. es Bea-mi voz se fue rompiendo por segundos al ver como Bea había vuelto a cerrar los ojos y estaba inconsciente en el suelo de nuevo. 

Antes de que llegara Pedri, tuve que practicarle de nuevo la maniobra en el tórax pensando que con eso lograría que reaccionara de nuevo, pero esta vez me costó mucho más que retomara la conciencia.Cosa que me asustó mucho. 

Estaba nervioso, ansioso y .. tenia miedo. Pero Pedri me dio la calma que no fui capaz de encontrar. Se encargó de cargar a Bea en el coche y juntos la llevamos al hospital. Me pasé todo el camino con la niñata sobre mis piernas, acariciando su pelo y cogiendo su mano para que no se sintiera sola, pero aun así no podía deshacerme de la sensación de agonía interna que tenia. 

No sabía que le estaba pasando, pero tenía pinta de ser serio, y como le pasara algo.. pensar que nuestro último momento juntos fue.. gritándole como un loco y encima.. empujándola para conseguir una maldita foto.Nunca me iba a perdonar lo que le había hecho a mi niñata, ni sabia si ella me perdonaría a mi. Aunque ahora mismo solo quería que esta pesadilla acabara. 

Al llegar al hospital y ver su estado, se la llevaron directamente a una de las salas, a las que por supuesto no nos dejaron pasar ni a Pedri ni a mi. Uno de las médicos internos nos hizo un montón de preguntas acerca de Bea y su estado de salud, pero la mayoría de ellas las respondió Pedri por mi, porque no me salían las palabras. No después de ver como se habían llevado a Bea en una camilla y no sabia si volvía a verla.

Y es que era una sensación horrible, porque aunque mi relación con Carla.. o Ana...  fuera complicada, cuando me dijeron lo de su accidente de coche, me culpé. Había cargado con ese peso todos estos años pensando que era lo peor que me podría pasar, pero me equivoqué. Lo que estaba pasando ahora mismo con Bea era mucho peor.Esperar en una sala de un hospital más de hora y media sin saber si Bea estaba bien o no.. o si lo iba a estar.