Parte 13- ¿Por qué ahora?

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NARRA BEA

3 años atrás..

Estaba sentada en el borde de la piscina con Martincito sobre mis piernas. Hoy cumplía tres añitos de vida, y como empezaba a ser más mayor ya era un pequeño terremoto como su padre. 

Aprovechando que Gavi tenía  algunos días libres, sus padres organizaron una pequeña fiesta de cumpleaños en su casa en Sevilla. Habían llenado el jardín de globos, pancartas y muchos regalos, pero mi niño no hizo caso a nada de eso, solo a la pequeña pelotita del barça que le había comprado su padre por su cumpleaños,  y al agua de la piscina. No dejaba de lanzar la pelota y chapotear de forma risueña. 

-Más agua, calor- gritaba divertido ajeno a todos los invitados que ya nos esperaban en el interior de la vivienda, pero es que en días así, siempre intentaba escaparme para pasar un poco de tiempo a solas con el. Hacia exactamente 3 años, pasé por uno de los momentos más duros de mi vida, cuando mi prima.. bueno intentó que mi niño no naciera. A duras penas nos salvamos de ella y su locura, y ahora, tres años después no podía evitar estar muy agradecida. 

Martín era un niño sano, listo y muy cariñoso, y yo.. bueno estaba casi recuperada de mi depresión, aunque de vez en cuando aun tenía algún bajón. 

-Cariño, recuerda no lanzar la pelota tan fuerte o se irá lejos..-si antes lo digo, antes la lanzó un poco más fuerte. La pelota se fue flotando un poco más lejos, y Martincito no dudó en irse de cabeza al agua para cogerla. 

-Eh cuidado enano- lo cogí al vuelo antes de que rozara el agua-que aun no sabes nadar bien. 

-Na dar, yo si se. Con mama na do- repitió Martín sonriente- pelota, yo quiero pelota- señaló la bola que ahora flotaba sobre el agua de la piscina- mami pelota..

- Ya la cojo yo, pero tu quietecito- estiré la pierna como pude para alcanzar la pelota y acercarla hacia el bordillo de la piscina. Sin dudarlo, cuando la bola estuvo lo suficiente cerca, Martín se arrodilló para cogerla. 

-Mami yo tengo pelota -rio divertido - ahora más- lanzó la bola con rabia casi a la mitad de la piscina-ahora mami tu das, ¡si bola!

-Ahora se va a quedar ahí, porque no me voy a meter -le recordé con cariño. Aunque hiciera calor, no llevaba puesto el bikini, y la idea de meterme en la piscina en pleno mes de Mayo no me emocionaba para nada. 

-Pero mama...yo quiero bola- lloró Martín-yo quiero..bola.

-No tienes que lanzarla tan fuerte bebe.Ya te lo dije. 

-Papa bola fuerte.

-Sí, pero papa tiene que meter goles, tu aun eres muy pequeño. 

Martín puso carita de pena y se cruzó de brazos abatido. Muchos decían que era como su padre en todo, no solo físicamente, sino por carácter, pero en realidad, aunque tuviera algo de Gavi, Martín era como yo. Sabia aprovecharse de las situaciones, darles la vuelta y negociar o mejor dicho "chantajear" para conseguir lo que siempre quería. 

-Mami hoy 3 años.. mami pelota- acabó haciendo de las suyas señalándo la bola que flotaba en el agua de la piscina. 

-Ya empezamos con el chantaje..- negué sonriente- a ver como podemos coger la pelota.

Busqué algo con lo que mover la bola, hasta que encontré el típico palo limpiador de piscina. Lo estiré lo suficiente para llegar hasta la pelota, pero perdí un poco la estabilidad y casi me fui al agua directa, de no ser por unos brazos que me rodearon por la cintura. 

Destino compartido || Gavi ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora