Destino compartido || Gavi ||

Parte 45-Secretos

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NARRA BEA

-¿No me irás a secuestrar y pedir un rescate por mi no?-me volvió a preguntar Gavi burlón. 

Después de abandonar bastante pronto de la fiesta de Balde, pedimos un taxi a casa para coger uno de los coches del sevillano y poder ir a "mi lugar". Para mi era un gran paso llevar a Gavi, porque nunca antes había traído a nadie más, pero sentí que era el momento y que además podía confiarle una parte bastante importante de mi vida. 

 Gavi estaba completamente perdido y no dejaba de quejarse y preguntar a donde íbamos todo el tiempo. 

-Sí quisiera secuestrarte ya lo habría hecho hace mucho Gavi-le guiñé el ojo y el solo resopló dejándo caer sus manos sobre las piernas-Eh cuidado con la pierna..no sea que yo esté en abstinencia para que no te vuelvas a lesionar y va y te lesionas tu solo-lo vacilé por el numerito absurdo que me montó en casa de Balde con el sexo y mis "necesidades".

Gavi ladeó los ojos.

-Nena.. venga dime a donde vamos.. odio no saber.. dímelo..-me suplicó poniéndome ojitos de pena. 

-Eres un impaciente, lo sabrás en 5 minutos- seguí conduciendo mientras venía de reojo como Gavi abría el google Maps en su móvil para intentar ubicarse, pero es que por mucho que lo intentara, no lo iba a conseguir. Gavi no conocía esa faceta de mi vida, y lo iba a hacer ahora. 

Al final dejó de quejarse y se puso de morros. Se había picado y era muy gracioso verlo enfadado porque después de tantos meses juntos, yo no podía tomarlo en serio. Tenía la mecha corta y se picaba tantas veces al día, que era mejor no hacerle caso hasta que se le pasara solo.

Seguí conduciendo en silencio. Ya había anochecido y la calle estaba relativamente despejada, por lo que pude aparcar cerca, para que Gavi no tuviera que caminar mucho. 

-Ya hemos llegado -sonreí señalando el edificio que teníamos frente a nosotros. Estaba exactamente igual que la última vez que lo visité, y eso que habían pasado algunos meses. 

Gavi lo miró curioso y me volvió a mirar a mi, y repitió esa acción varias veces sin entender nada. 

-¿Donde estamos?-el no tenía ni la mas remota idea de donde estábamos, aunque tampoco podía esperar que lo supiera. Esperé un par de minutos a ver si conseguía ubicarse, porque había un cartel con el nombre de mi madre bastante grande, justo a la izquierda de la entrada, pero al ver como estiraba el cuello, decidí que ya era el momento de entrar.

-Eres un cabezón.. venga, ahora lo verás- salí del coche y fui hasta su puerta para ayudarlo a salir del coche- cuidado con las escaleras.. no te hagas daño- le señalé unos pequeños peldaños que habían al otro lado del edificio, ya que no íbamos a entrar por la puerta principal sino por detrás. 

-Definitivamente quieres secuestrarme.. o matarme..- repitió nada más pasar por el arco de la puerta.

Tampoco se lo podia reprochar, porque estaba todo un poco patas arriba y parecía el escenario perfecto para un crimen.Lleno de botes de pintura y sabanas cubriendo la mitad de los muebles. 

-Estamos en la zona fea.. espera que te llevo a la parte bonita- lo cogí por le brazo y lo conduje por toda la sala, hasta llegar al primer piso de galería. Las obras de mi madre aun seguían colgadas en las paredes, aunque estaban cubiertas por unas urnas de cristal que las protegían contra el paso del tiempo.

Gavi se separó de mi lado y caminó despacio hasta el centro de la sala. 

-¿Esto es?- se giró para mirarme a los ojos.