Destino compartido || Gavi ||

Parte 51-¿Me vas a dejar?

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NARRA GAVI

No pude acabar de contarle lo que tenía pensado a Bea porque los pesados de Pedri y Fermín entraron al cuarto y se lanzaron a los brazos de mi niñata para besuquearla.

Observé en silencio como la abrazaban y se preocupaban de ella, en especial Pedri, que no se separaba del lado de su cama, mientras yo miraba todo de brazos cruzados.

-Parece que esta mejor-empezó Fermín con suavidad acercándose a mi lado

-Sí, mañana con suerte le darán el alta- respondí sin apartar la mirada de Pedri y Bea. El canario justo estaba tomando su temperatura con la mano logrando que apretara los puños con rabia. Sí, Pedri me ayudó a traer a Bea al hospital, pero eso no significaba que verlos tan pegados me gustara. En comparación con nuestra relación, me creaba inseguridad pensar en lo simple que seria todo entre Bea y Pedri si algo llegara a pasar algo entre ellos. Y eso..me llevó a calentarme la cabeza con todas las barbaridades que me había dicho su padre. Entre ellas el "Estaría mejor sin ti"

-Hermanito, son solo amigos... ella solo tiene ojos para ti- intentó reconfortarme Fermín al darse cuenta de mi repentino cambio de humor.

-Puede que eso fuera antes, pero la verdad es que ahora ya no lo se- suspiré- voy a bajar a despejarme aprovechando que estáis con ella ¿Vale?

Fermín asintió e hice ademán de ir hacia la puerta cuando noté la mirada curiosa de Bea sobre mi.

-¿Te vas?- preguntó sin voz.

-Voy a comprar algo en la cafetería-mentí- tranquila que me paso luego a despedirme antes de irme a casa por la noche.

Y es que había dejado de insistir con eso, y sabía que aunque me quisiera quedar con ella esta noche también se negaría.Bea no pareció creerse lo que le había dicho, pero solo asintió en silencio y volvió su atención a Pedri.

La verdad es que si necesitaba despejarme, porque el encuentro con su padre y su ex, unido a la conversación que acabábamos de tener los dos me había dejado algo tocado. Bea me quería, y sabía que aunque se hiciera la dura, ya me había perdonado en parte mi ataque de histeria al enterarme de lo de Ana.Pero había otra cosa que me preocupaba y que ella mismo había admitido.

Mi pasado y mi relación con su prima.

Era algo que no podia borrar por mucho que quisiera hacerlo, y sabía que le creaba una inseguridad terrible. Me senté en el bordillo de la entrada del hospital y escondí mi cabeza entre las piernas.

-¿Qué hago?- suspiré y entonces.. hice lo que no debería haber hecho. Calentarme la cabeza.

Por una parte pensé en darle un tiempo, aunque me doliera en el alma apartarme de ella, quizá era bueno separarnos unos días para que se aclarara y se diera cuenta de si me quería o no. Pero por otro lado, yo era demasiado egoísta.No quería separarme de Bea, no quería que se diera cuenta de que estaba mejor sin mi, y tampoco me veía capaz de seguir con mi recuperación sin ella a mi lado. Quería que ella conociera mi verdadero yo, mis inicios. ¿Pero cómo?

No sabría decir cuanto tiempo estuve fuera, pero por muchas vueltas que le di, estaba igual de confuso que al inicio y quizá por una vez...debía ser menos egoísta y pensar en su bienestar. Quizá le vendría bien irse una temporada a Madrid con su padre, después de todo el la había cuidado mucho mejor que yo. Por mi culpa estaba como estaba.

Tomé la decisión que aunque fuera dolorosa, sabia que era la mejor para ella y decidí volver a la habitación, pero al entrar por la puerta todo cambió.Bea estaba acurrucada durmiendo, abrazando una almohada y con la mascarilla de oxigeno puesta.Hacia un día que ya no la había usaba porque en teoría estaba un poco mejor.