Parte 74-La promesa que no pude cumplir

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NARRA GAVI

2 meses atrás...

Flashback.

Después de todo el jaleo y el susto que nos dieron Ana y Pedri, decidí que era el momento desaparecer unos días y viajar a Sevilla con mis padres. Aunque el viaje tenía dobles intenciones. 

Por una parte el embarazo, pero por la otra.. bueno ese era mi "secreto"

Bea y yo estábamos a punto de contarles a mis padres la noticia más importante de nuestras vidas.

Nuestro embarazo y su futuro nieto.

-¿Preparada?-le pregunté una última vez y ella solo negó mordiéndose el labio.

Mi niñata no quería hacerlo, estaba cagada de miedo aunque no lo quisiera admitir. Temía la reacción de mis padres, lo que pudiera pensar mi madre en especial, y como la juzgaría a ella, por lo que cogí su mano sin soltarla mientras las palabras salían de mi boca.

-Papa, mama, tenemos algo que deciros- empecé muy suave- Vamos a ser papas-seguí poniendo la mano sobre la barriga de Bea. Me sorprendió lo fácil que me salió por las ganas que tenía que compartir la noticia con ellos. Mis padres eran mi modelo a seguir, y esperaba poder ser como mínimo lo buen padre que fue mi padre conmigo. 

-¿Qué dices?-preguntó mi madre abriendo mucho los ojos, y solo pude levantar un poquito la blusa de Bea para mostrarles la barriga-¡no es verdad! no me lo creo.

Bea se puso roja como un tomate y apretó mi mano con fuerza.

Mis padres no reaccionaron del todo mal, tal y como yo esperaba. Si que se sorprendieron, pero por supuesto que nos mostraron todo su apoyo incondicional en especial mi padre. Mi padre adoraba a Bea, y Bea a mi padre, por todo el tiempo que habían convivido juntos y por todo el apoyo que el le dio a Bea cuando su papa la echó de casa.

-Ay mi niña, ¡que me vas a dar un nieto!-mi padre fue el primero en abrazar a Bea y levantarla ligeramente por los aires.

-¿Es niño?- preguntó entonces mi madre dando un pasito hacia Bea.

-Aun no lo sabemos..- respondió Bea sonriente- aunque yo creo que sí, se mueve mucho y patalea como Pablo ¿Queréis notarlo?- Bea cogió la mano de mi madre y la colocó sobre su barriga, justo donde el bebe estaría pataleando. Y es que mi renacuajo adoraba el acento sevillano y se volvía loco cada vez que lo escuchaba y no iba a ser diferente en una casa llena de sevillanos.

Después de las felicitaciones, de la mini celebración y la cena.. venía la parte más difícil de la noche. La verdadera razón por la que convencí a Bea para viajar a Sevilla. Ella se iba a quedar aquí, pero yo no lo haría con ella.

Cogí su mano y nos conduje al jardín de la casa para tener un poco más de intimidad.

-¿Es bonita la casa a que sí?-empecé con suavidad acariciando su brazo con lentitud.

Bea asintió en silencio.

-¿Te gusta? además es super cómoda la casa.. solo con una planta..y las habitaciones son super amplías.

-Pablo, sí, tu casa de Sevilla es preciosa, ¿Te recuerdo que no es la primera vez que vengo? Aquí lo hicimos a el- señaló la barriga orgullosa. 

Tragué grueso y suspiré, pasando las manos por su cintura para notar su barriga. Lo que tenía que decir ahora me dolía en lo más profundo de mi ser, pero era lo correcto. Debía hacerlo si quería protegerla a ella y a mi bebe.

Destino compartido || Gavi ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora