Destino compartido || Gavi ||

Parte 63- ¿Cómo no caí?

Recordad dejar estrellita <3

NARRA GAVI

-Buenos días/tardes/noches, has intentado contactarme, pero no estoy disponible, deja tu mensajito después de la señal, Ciao- no dejaba de escuchar la voz de Bea en su mensaje del buzón de voz. Era la única cosa que me recordaba a ella y dejaba de hacerlo en bucle.

Había pasado una semana. 7 días sin saber nada de ella. 7 largos días en los que había perdido la cuenta de las veces que la había llamado o enviado un mensaje. Seguro que mínimo ya había llegado a las 100 llamadas, pero ni con eso había conseguido hacerme con ella.

Volví a llamarla una vez más para escuchar su voz mientras algunas lagrimas caían por mis mejillas. Me sentía completamente impotente. Quería estar junto a ella en un momento así para apoyarla. No quería que se precipitara y tomara una decisión loca sin antes hablarlo conmigo. Era algo que debíamos debatir ambos, pero a este paso ni si quiera iba a tener la oportunidad de hacerlo, porque Bea había desaparecido de la faz de la tierra y yo me quería morir.

Me abracé a una almohada mientras me daba pena a mi mismo cuando me noté observado. Mi hermana me miraba desde el otro lado del sofá con los brazos cruzados. Había vuelto a Barcelona desde hacia una semana para los exámenes y estaba insoportable, persiguiéndome por toda la casa.

-Gavi levanta, tienes que ir a entrenar- me recordó mi hermana.

-No voy a ir a entrenar, no me encuentro bien- ya me había perdido tres entrenos esta semana, desde que hablé con Manuel y me sentí la peor persona del mundo por hacerle eso a mi novia. Pasaba de entrenar sino la tenía a ella a mi lado. Todo me daba igual si Bea no estaba conmigo.

-No puedes seguir así, ella no querría que siguieras así y lo sabes -me echó en cara refiriéndose a Bea.

-Tu no sabes nada de ella, déjame en paz Aurora- me di la vuelta dándole la espalda para no mirarla, y por un momento pensé que se iba a callar, pero parecía que no conociera a mi hermana. Nunca se callaba cuando pensaba que llevaba la razón.

-Eres un niñato, no me extraña que quisiera irse.. no hay quien te aguante- soltó como si nada haciendo que algo se me iluminara en la cabeza.

¿Qué había dicho mi hermana? Había sonado como si ella supiera que.. había pasado con Bea, como si hubiera hablado con ella. Pero no podía ser, mi hermana no me haría eso. No me lo ocultaría.

-Aurora repite lo que acabas de decir- le pedí.

-Que eres un niñato.

-Eso no, ¿Quisiera irse?-repetí la parte de la frase que me interesaba.

La cara de mi hermana se ensombreció, como si fuera consciente de que acababa de meter la pata con algo que no debería haberme contado y confirmándome lo evidente. Ella había hablado con mi novia.

-Aurora, ¿Tu has hablado con Bea?- fue directo al grano mientras mis pulsaciones se aceleraban-Aurora, responde - le exigí de nuevo- ¿Has hablado con ella o no?

Entre la espada y la pared solo asintió en silencio y no pude evitar ponerme en pie de un bote furioso.

-¿Qué cojones Aurora? ¿Cuando?

-Hace una semana..

-¡Hace una semana! -repetí incrédulo- hace una jodida semana hablas con mi novia, que lleva desaparecida y no me coge las llamadas ¿Y decides no decirme nada?

-Le prometí que no te diría nada-intentó excusarse como si con eso fuera a ser suficiente.

-¡Eso no es excusa! ella no está bien, joder, y eres mi hermana- me sentía profundamente traicionado, Aurora era mi hermana, además sabía lo roto que estaba porque Bea no estaba y aun así había decidido guardárselo para ella.