Destino compartido || Gavi ||

Parte 6- 21 otra vez

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NARRA GAVI

-De puta madre joder- resoplé por lo bajo al verla esfumarse.

El día no podía haber acabado peor.Y encima había soltado "palabrotas" con mi hijo delante.

-Mama se ha enfadado conmigo-sollozó Martín con mala cara apartando el plato de comida.

-No cariño, solo se ha sorprendido-mentí, porque tenía bastante claro que no solo se había enfadado Bea, sino que además estaba profundamente decepcionada.

-No papa, yo conozco a mami, ella se ha enfadado conmigo. No iré. no..yo quiero a mami.No quiero ir, quiero mami-estiró los bracitos para que lo cargara. Pero en ese momento, era más importante Bea.. y que no hiciera ninguna tontería arriba y sola.

-¿Voy hablar con mama si? a ver que puedo hacer-en parte entendía el ansia y la ambición de mi hijo por querer jugar más. Después de todo era mi hijo y yo pasé por lo mismo con mis padres. Pero no lo había planteado como debía con su madre. Si esto seguía así, iba a ser un cambio muy grande para ella.Bea vivía por y para nuestro niño, y desde el momento en que el ya no viviera en casa, Bea iba a tener demasiado tiempo libre.

Abrí la puerta de nuestra habitación despacio esperando encontrármela en la cama, pero no era así.

-¿Amor?-la puerta del baño también estaba cerrada y di unos ligeros toquecitos-cariño.. abre venga.

-Necesito un momento a solas Pablo- dijo casi sin voz al otro lado de la puerta.

-¿Estas bien?

-Sí, estoy genial-mintió.

-Bea..venga déjame entrar. Es un niño y no sabe lo que quiere, no lo entiende, ahora mismo decía que te quería a ti-esperé que con eso me hiciera más caso, pero no fue así. La puerta siguió cerrada y con el pestillo puesto.

-Pablo necesito un momento a solas- repitió sin inmutarse y solo suspiré.

-Bueno..si necesitas cualquier cosa, estoy bajo con Martín ¿vale?

No recibí respuesta, por lo que bajé otra vez al comedor dándole el espacio que tanto necesitaba ahora mismo y fui a encargarme de nuestro hijo.

Martín jugaba con la comida de su plato y hacia muy mala cara.

-¿Mama? ¿Donde?- miró de un lado a otro esperando ver a Bea detrás de mi.

-Necesita.. tiempo de mama-respondí suspirando.

-Ella enfadada, yo se, te he dicho que ella enfadada conmigo- sollozó con los ojos vidriosos.

-No está enfadada, solo se ha sorprendido un poco campeón, tienes que entender que mama te quiere mucho- me agaché para estar a su altura- se pasa todo el día contigo cuando yo no estoy y si ahora tu te vas, pues mama estará sola y se pondrá triste.

-Pero..yo no quiero ella sola.

-Lo se, campeón, por eso tenemos que pensar bien las cosas antes de hablar ¿vale? no queremos que mama se ponga triste - le recordé -y que tenga pesadillas malas.

-No pesadillas no..yo duermo con mama, ella no pesadillas- recordó mi hijo y solo pude besarle la frente para que se quedara algo más tranquilo.

-Come un poco y luego vemos un poco la tele tu y yo.Noche de chicos- aunque costó, me aseguré que Martincito se comiera sus verduras y su pollo para que Bea estuviera contenta, y casi a las 12 de la noche, cuando mi niño se estaba quedando dormido en mis brazos, lo subí a su cuarto para acostarlo.