Destino compartido || Gavi ||

Parte 78-Culpable por partida doble

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NARRA GAVI

Llegué a casa del entreno como todos los días. Había tenido una buena sesión, ya llevaba varios días entrenando con el equipo y sintiendo que cada día que pasaba volvía a ser el mismo Gavi de antes de la lesión.

Todo iba bien, o al menos eso quería pensar, porque desde que salí de la Ciudad Esportiva tenía el presentimiento de que algo no iba bien. Bea no me había respondido a las llamadas en toda la mañana, y era raro en ella. Siempre me respondía. Ese era nuestro "trato" cuando ella se quedaba sola en casa. Solo me hizo falta cruzar el umbral de casa.. para entender lo que había pasado.

La mitad de lo muebles estaban patas arriba, cristales y ventanas rotos.. pero lo peor es que no había rastro de mi Bea por ningún sitio.

Joder. No podía ser, no podía volver a estar pasando esto.

La jodida Ana.. se la había llevado.

Y entonces.. fue cuando me desperté acalorado y muy sofocado.

Menudo sueño acababa de tener, bueno mejor dicho pesadilla. Ana entraba en casa cuando estaba entrenando, y.. se llevaba a Bea.

Hasta que el tema con Ana y los abogados no estuviera cerrado no iba a ser capaz de dormir en paz. Solo esperaba que estuviera solucionado antes de que naciera mi hijo, porque no estaba dispuesto a vivir con el miedo de que algo malo pudiera pasarle a el o a mi niña.

Aunque sabía que el sueño no había sido solo por eso.. mi conciencia me estaba reconcomiéndo por dentro porque muy en el fondo, sabía que la decisión que tomé sobre Bea no era la correcta.

Fui egoísta y me dejé llevar por el momento, por lo loco que me volvía Bea y por las ganas que tenía de amanecer y anochecer en su lado, y ahora.. la culpa me mataba por dentro al pensar que cualquier cosa le podría pasar por estar conmigo de vuelta.

Me incorporé un poco en la cama y di unos golpecitos al colchón, justo a mi lado derecho, buscando a mi..

-¿Bea? -pregunté exaltado al ver que no estaba a mi lado-¿Bea mi amor?

Miré el reloj, eran casi las 8 de la mañana. Anoche le costó bastante dormirse por culpa del bebe. No dejaba de moverse y la pobre no encontraba una postura correcta y cómoda para dormir. Al final se acurrucó en mi pecho y sobre las 2 de la mañana consiguió dormirse. Me extrañaba mucho que ya estuviera despierta, y encima después de la pesadilla que acababa de tener..joder, como le hubiera pasado algo..

-¿Bea? joder, ¿Donde estás?

-Aquí..estoy aquí- susurró mientras la puerta del baño se abría ligeramente.

Sin dudarlo, fui directo al baño y me la encontré arrodillada al lado de váter vomitando.

-Mi amor.. ¿Estás?- no acabé de preguntarle porque volvió a vomitar una vez más, y esta vez me acerqué para recoger su pelo y que no se manchara- tranquila cariño.. tira todo lo que.. bueno- no sabía muy bien como consolarla, porque era un momento bastante incomodo. Bea siguió y siguió vomitando hasta que no pudo más.

-Estoy mareada..-balbuceó apoyándose en mi pecho.

-Tranquila cariño venga, apóyate en mi- la levanté cogiéndola por la cintura sin apretar de más su barriga y la senté sobre la tapa del váter. Cogí una toalla y la mojé para pasarla por su nuca y su frente un poco sudada. Después llené un vaso de agua y se lo ofrecí para que se enjuagara del mal sabor que tenía por los vomitos.