Destino compartido || Gavi ||

Parte 19- Nuestra princesita

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NARRA GAVI

-Pero papi yo quiero estar con mami-se quejó Martín con ojos llorosos. Me rompía verlo tan triste, porque aunque se pareciera a mi, esa expresión de pena.. la había aprendido de su madre, pero el parto de Bea era inminente. Mis padres aun estaban de camino a Barcelona junto a mi hermana, por lo que Martín debía quedarse con Pedri, mientras yo acompañaba a Bea.

-Lo se peque, pero mama ahora tiene que centrarse en la hermanita ¿vale?

-Pero yo prometo que no voy a dejar sola a mami, no quiero irme -insistió cogiéndose a mi pierna con pena-papi no quiero, déjame con mami, yo prometo ser bueno papi, prometo ser bueno..no me quiero ir papi.

-Ay campeón- suspiré con pena. No me lo estaba poniendo nada fácil, pero ya llevaba más de 15 minutos con el fuera y Bea dentro sola.

-Venga Martín, que el tío Fer está en casa y podemos hacer pizza casera para cenar.

Martín lo miró con los ojos entrecerrados y nada convencido.

-Y podemos comprarle más flores a mama ¿Qué te parece eso?-siguió Pedri intentando convencerlo.

-Mal, me parece mal, porque yo no quiero dejar a mami sola-recalcó como un cabezota.Nada lo iba a convencer para separarse de su madre, desgraciadamente conocía demasiado bien a mi hijo.

-Voy a estar con ella, no me voy a separar de su lado. ¿vale? Puedes estar tranquilo.

-Pero no justo, ¿Por qué tu si y yo no? yo quiero a mami, tu siempre te vas de viaje y yo con mami, yo ahora también con mami. Mami y yo siempre juntos.

-Martín campeón, solo los mayores pueden pasar ahí dentro-intentó explicarle Pedri- venga, vamos a casa a cenar, invitamos también a Carlitos, y cuando la hermanita nazca, te prometo que yo te traigo con mama.

Martín resopló abatido justo cuando una enfermera salía de la habitación de Bea.

-¿Señor Paez?-me llamó- la señorita lo llama..están empezando las contracciones más seguidas, y el médico la está mirando ahora..

-Voy, voy-me agaché para dejar un beso en la mejilla de mi hijo y abrazarlo-la próxima vez que nos veamos ya serás un hermano mayor, y los dos tendremos que cuidar mucho a nuestras chicas.

-Vale papa, dale un beso fuerte a mami-me dijo antes de girarse para coger la mano de Pedri y que ambos empezaran a caminar por el pasillo del hospital.

Cuanto entré en la habitación, Bea soltó un sonoro gritillo y cerró los ojos apoyando la cabeza en la almohada.

-Bea estás dilatada de 4 centímetros- explicó la matrona- la cosa tiene pinta de ir rápido, vamos a ponerte ya la epidural ¿vale?

-¿Epidural?-repetí yo consciente que he había perdido parte de la explicación del doctor.Bea había dilatado muy muy rápido desde que rompió aguas hacia casi ya 3 horas.

-Sí, para que no le duela tanto, a no ser que no queráis..

-Si queremos- recalcó Bea- lo queremos mucho, porfa, que me duele mucho ahora.

-Venga, pues vamos a ir preparándolo, tu tranquila que tiene pinta que nacerá muy rápido, ya veras- le dio unos toquecitos a Bea en el brazo ante de salir por la puerta.

-¿Cómo vas?-me acerqué a acariciar su frente con cariño.

-Dolorida Pablo, muy dolorida- admitió