Capitulo 88

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Cuando salimos de la reunión, mi morena está seria. Sé lo que no le ha gustado, pero también sabe que si quiero despegar en el mundo musical he de viajar y promocionar mi trabajo. Al llegar a casa, necesito hablar con ella del tema y cuando me propone darnos un baño juntas en el jacuzzi, acepto. Creo que es un buen lugar para dialogar. Preparo unas bebidas y en el momento en que entro en el baño, ella ya está esperándome en la gran bañera redonda. Guiñándole un ojo, me quito la bata, me meto en el jacuzzi y me refugio entre sus brazos. Freen me estrecha contra ella y murmura:
—¿Cómo es que hueles siempre tan bien?
—Creo que es porque te gusto mucho. Sonrío. Nos damos mil besos y nos hacemos cientos de arrumacos y, cuando nos miramos llenas de deseo, pregunto:
—¿Estás bien? Mi amor me acaricia con la mirada y, sonriendo, contesta:
—A tu lado siempre estoy bien. Me abraza en silencio y siento la desesperación en su piel.
—No quiero verte mal.
—No lo estoy.
—No mientas, Sarocha, lo noto.

Ella resopla, me suelta y dice:
—Por ti superaré cualquier cosa. Si tú has sido capaz de dejar tu tierra para casarte conmigo y comenzar aquí de cero, creo que lo justo es que yo te apoye en tu carrera musical, ¿no crees?

Sin duda tiene razón. ¡Sería lo justo! El problema serán las giras, las ausencias…, lo sé. No hace falta que ella me lo diga. Desde que nos hemos vuelto a reencontrar, lo máximo que hemos estado separadas han sido horas. Pero no estoy dispuesta a ponerme blanda, y digo:
—Así me gusta. Verte positiva.
—Lo intento.
—Debemos pensar cuál es el mejor momento para lanzar el disco al mercado. Quiero hacer las cosas bien y…
Mi amor suelta una carcajada y, cogiéndome de nuevo entre sus brazos, comenta:
—Sea cuando sea, vas a tener que trabajar mucho. No creas que todo será divertido.
—Lo imagino.
—No. No lo imaginas.
—Eh… que quiero positividad. La regaño. Sonríe y, colocándome sobre ella murmura:
—De momento te puedo dar sexo; ¿qué te parece?
Sentir su vagina debajo de mí provoca que de inmediato me sienta excitada y llena de deseo.

Con las piernas en sus hombros y mi sexo en su boca, entierro los dedos en su pelo y le aprieto la cabeza con exigencia contra mi humedad. Sus manos me sujetan por el trasero, estrujándomelo, y siento uno de sus dedos rozándome el ano, rodeándomelo. Lo tienta y poco a poco introduce el dedo en él. Yo doy un respingo, pero Freen continúa chupando, al tiempo que su dedo profundiza más y más en mi trasero, dándome placer. Cuando su dedo ya no puede entrar más, lo saca y esta vez introduce dos. Entran con facilidad y los mueve mientras yo, enloquecida por todo, disfruto y tiemblo gozosa. El sexo con Freen es apasionante. Compartirlo con alguien que te da tanto como recibe es una delicia y estoy encantada de haber encontrado a una mujer tan caliente y juguetóna como yo, que no se asusta por nada.

No sé cuánto tiempo estamos así. Sólo sé que me corro en su boca y que ella no se aparta de mí. Al contrario, me succiona una y otra vez, a la espera de exprimirme aún más. Lo quiere todo para ella y yo se lo doy. Cuando mis orgasmos cesan, con cuidado bajo las piernas de sus hombros y Freen me mete en el jacuzzi.

Con los ojos cerrados, disfruto del agua que me rodea, cuando siento su boca en la mía. Me besa. Sabe a sexo, a mi sexo.
Cuando me apartó de ella le cuento lo que he estado pensando estos dias.

—Quiero hacerme nuevas pruebas, cuando tu hagas las tuyas tal vez podemos intentar hacer un metodo ropa. Estuve leyendo que es....

No puedo continuar porque Freen me calla con un nuevo beso. Me abraza y me besa la frente.
—Recuerda que te quiero, caprichosa. Nunca lo olvides.

JUEGOS DE SEDUCCIONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora