Capitulo 45

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Entro con paso seguro y veo que Faye no está. Sólo Freen, su abuela y P'Susie. Al verme, mi morena, se acerca a mí, me coge la mano y, después de besármela, dice:

—Nos casamos el 14 de febrero en Los Ángeles. Rebecca será la próxima señora Chankimha. P'Susie aplaude y, contenta, nos abraza y felicita. Pero yo no puedo apartar la vista de la mujer que nos observa desde su silla de ruedas. Y finalmente digo:

—Señora, le aseguro que estoy enamorada de su nieta y…
—Veremos cuánto dura ese supuesto amor. Me interrumpe ella.
—Abuela..… Murmura Freen, molesta.
Pero ella, ofuscada y sin importarle lo que yo piense, prosigue, mirando a su nieta:

—La has conocido en ese barco donde estabas, claro. ¿Qué te hace pensar que ella es la mujer de tu vida y no una que se aprovecha de tu posición para triunfar en la música?

—¡¿Qué?!. Susurro alucinada.
—Tranquila, cariño. Me dice Freen y, mirando a su abuela, Dice:

— No todos somos tan desconfiados como tú. A veces hay que dejarse llevar por las percepciones y los sentimientos. Porque…
—No empieces a hablar de sentimientos, como tu madre. Freen resopla y yo no doy crédito. Finalmente, replica:

—Ella se dejó llevar por los sentimientos y por eso se casó con mi padre. Deberías entender de lo que hablo, ¿no crees, abuela?

Sin piedad, la vieja coge una carpeta de encima de una mesita y, tirándola sobre la mesa del comedor, dice:

—Aquí tienes, entérate de quién es esta muchacha. Espero que aquí encuentres sus sentimientos. Atónita, miro la carpeta y veo que pone  Rebecca Patricia Armstrong. Suelto un grito ahogado de indignación. Clavo mis ojos en Freen, pero ella me pide silencio. Mira a su abuela y dice con voz calmada:

—¿En serio has hecho investigar a Rebecca? La mujer asiente y apoyándose en la mesa,  se levanta de la silla de ruedas y, con una expresión que asustaría al mismísimo diablo, dice:

—¿Lo dudabas? Freen maldice y su abuela continúa:

—Por Dios, tiene veintiun años y tú veintiseis. La has conocido hace menos de tres meses ¿Dónde tienes la cabeza, Freen? ¿Casarte con ella? ¿Te has vuelto loca?

En ese momento recuerdo eso de que la edad sólo importa en los vinos y en el queso, pero no me parece que sea momento de decir lo que pienso, así que me callo mientras la mujer grita:

—Su familia tiene un negocio del que viven todos, aunque, por lo que he visto no les va mal. Ella canta en hoteles y…

—¡Abuela, basta!. La corta Freen, enfadada.

¡Por todos los santos! ¡Si me pinchan, no sangro! Vaya con la Ogra. ¡Menudo recibimiento!

—¿Una niña inglesa y cantante de orquesta es la mujer que quieres para ti? ¿Se puede saber en qué estás pensando? Creía que tú eras diferente de tus hermanas y que buscabas otra cosa, como la doctora Nita. Ella es el tipo de mujer que necesitas para que te dé estabilidad e hijos. E infinidad de veces te ha demostrado que te quiere, estando siempre a tu lado y esperándote. Ésta no es más que una cantante a la que apenas conoces. Por el amor de Dios, ¿Acaso no he tenido bastante con tus hermanas?

Pedazo de dardo envenenado que me acaba de lanzar la vieja al mencionar a esa Nita. Su comentario es, como poco, ofensivo para mí, que soy la inglesa y cantante. Ah… ¡y niña!

Observo cómo Freen se enfrenta a ella y pienso en Nita. Es la primera vez que oigo hablar de ella, pero estoy segura de que no va a ser la última.

P'Susie se mete también en la discusión y, cuando no puedo más, me planto delante de la desagradable mujer que me mira con gesto agrio y digo:

—Me parece muy descortés lo que está haciendo. Tengo veintiun años, sí, y soy inglesa y cantante, pero eso no es sinónimo de tonta, ni de aprovechada. Y en cuanto a investigar sobre mí o mi familia como si fuéramos delincuentes, me molesta, me enfada y me hace querer sacar lo peor de mí.

—Que te moleste o te enfade no me importa lo más mínimo. 
—Cariño, no te molestes…
—Tengo una familia muy trabajadora y decente, que nunca ofenderían a nadie como lo está haciendo usted. Y en cuanto a mi voz, yo…
—No me cuentes historias, inglesa. Me interrumpe ella
—El dinero y la fama son algo muy goloso para muchas mujeres. Yo simplemente velo por el bien de mi nieta.

JUEGOS DE SEDUCCIONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora