En cuanto entro en la cámara y cierro la puerta, sus manos me atraen hacia ella y, dejando a un lado la lechuga, me besa. Hace frío, pero su beso es sabroso, maravilloso, escandaloso, pecaminoso.—Estás muy guapa vestida así. murmura, estrechándome contra su cuerpo. Sonrío y, deseosa de más, pregunto:
—¿Nos vemos esta noche? Freen cierra los ojos, lo piensa y responde:
—No lo sé.
—¿No lo sabes? exclamo.
—Mañana llegamos a filipinas.
—¿Y?...¿Cómo puedo ser tan Tonta? ¿Qué hago pidiéndole vernos? ¿Acaso soy idiota? Debería haberme callado. Esta decidido, soy patética, como dice Nam.
Debería esperar a que ella me pida estar conmigo, pero no puedo. La boca y el deseo me pierden y gruño:
—Vale. Pasas de verme.
De pronto, se abre la cámara y nos separamos. ¡Es Saint! Nuestra conversación se corta al instante. Malhumorada, cojo la lechuga y la dejo con otras más de su especie, mientras Freen se agacha y coloca unas zanahorias. Con el corazón a doscientos por hora, salgo de la cámara. Nam me mira con cara de ¡Lo siento! y yo le guiño un ojo. Camino por el pasillo hacia mi recamara, cuando escucho:
— Rebecca, ¿dónde te metes? Apenas te veo fuera del escenario. Al volverme me encuentro con Faye. Va tan elegante como siempre y respondo:
—Trabajando. Yo no estoy de vacaciones, como otras. Sonríe. Es un encanto. Luego cuchichea:
—Con este vestido plateado estás impresionante.
—Gracias. Le contesto riendo.
—¿Qué haran Nam y tú mañana, cuando lleguemos a Filipinas?Tengo que encontrar a Freen para hablar de nuestra cita en Filipinas y le digo a Faye:
—Pues si te soy sincera, todavía no lo sé. Estamos a la espera de que los jefes den la lista de los que tenemos libre. Ella asiente y vuelve a preguntar:
—Si bajan, ¿iran solas o las acompañará alguien más? Me retiro el flequillo y estoy a punto de contestar, cuando veo aparecer a engfa por la puerta y hacerle a Faye una seña con la cabeza. Ella la mira, cruzan una mirada y, tras guiñarme un ojo, dice:
—Te dejo. Ya hablaremos luego, nos vemos.
Extrañada, la observo marcharse. ¿Por qué querrá saber qué voy a hacer mañana?
Durante una hora, busco a mi bombón por todo el barco, pero no aparece. La llamo pero no me contesta. Insisto y sigue sin contestar. Finalmente desisto. Ya verá que la he llamado y espero que me llame. Vuelvo a mi recamara, me desnudo, me desmaquillo y, me tumbo en la cama mientras pienso en ella.
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JUEGOS DE SEDUCCION
RomanceRebecca trabaja de cantante en los hoteles de inglaterra. Está soltera y vive rodeada de su familia. Su vida es plácida y, en cierto modo, acomodada. Pero a Rebecca le gusta experimentar cosas nuevas, y decide adentrarse en el mundo de los intercamb...