JUEGOS DE SEDUCCION

Capitulo 66

MmmAl día siguiente ya estoy en casa. Debo tener el brazo inmovilizado una o dos semanas, hasta que deje de dolerme. También tengo que tomar antiinflamatorios. Song, nos llama por teléfono. Habla con Freen y luego conmigo.
¿Es posible que ahora me quiera tanto? Tia Mhee, la mujer que viene a limpiar la casa y que es un encanto, desde el minuto uno se desvive porque me encuentre perfectamente. Freen me hace llamar a mi familia para comentarles lo ocurrido. No les cuento toda la verdad, sólo que crucé por donde no debía. Como es de esperar, todos me regañan y me llaman loca.

Pasan diez días, y por fin me puedo liberar del cabestrillo. Me lo habría podido quitar antes, pero tener a una médico cerca es matador. Freen también hizo venir a un kine a casa a atenderme. Según ella, no estaba de más prevenir problemas futuros, y la verdad es que me ha ido muy bien. Pero el día en que doy por finalizados todos los cuidados, me siento feliz. ¡Vuelvo a ser yo! Quedan dos semanas para la boda. Está programada para el 26 de octubre  y aún no puedo creer que me vaya a casar.

Tanto Freen como yo somos unas antibodas y aquí estamos, dispuestas a pasar por la iglesia. Mi chica está un poco misteriosa con nuestra luna de miel. Yo solo quiero estar con ella donde sea. Nada más. Yo no me ocupo de nada del enlace Freen lo hace todo. Dice que espera sorprenderme.

El 04 septiembre estoy esperando a mi familia emocionadísima en el aeropuerto. Al verlos salto y grito, mientras corro para recibirlos. Ellos hacen lo mismo y pocos minutos después nos besamos y abrazamos como locos. Freen los recibe tan contenta como yo, y nos dirigimos en un par de coches hacia la que ya es mi casa. Mamá me comenta que envió todas mis cosas en barco y que ha escondido entre mis pertenencias varios paquetitos de jamón de bellota del que me gusta. ¡Yo aplaudo contenta! Mi hermano Richie y su novia deciden ir a un hotel cercano. Quieren intimidad, y Freen y yo los entendemos. Pero mis padres, se alojan en nuestra casa. Y Nam, mi loca amiga ha decidido acampar en el patio. Freen la mira extrañada, como siempre, y yo me río. Su familia no es tan ruidosa como la mía, pero la casa está a rebosar de vida y alegría, y eso me encanta. Como es lógico, mi plan A particular exige mi despedida de soltera. ¡Faltaría más! Y Orm, que conoce mejor que yo Los Ángeles, organiza una.