Capitulo 13| Una visita, un consejo, y un nuevo hermano

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¿Puedes creer una mujer vino visitar a Marcel?

¡Lo sé! Es casi imposible de creer que una mujer haya venido a la casa por voluntad propia a visitarlo. No obstante, el encuentro no pudo concretarse porque fue a un congreso de medicina en algún lugar de Europa. ¿Francamente? Por mí que se vaya a un sitio del que no se acuerde ni Dios (y no regrese en la vida). De acuerdo, no quiero que le pase nada malo.

Marcel es un jefe horrible que paga muy bien.

¿Qué se supone que debo hacer ante eso?

Trabajar e ignorarlo, como hace todo mundo con los jefes insoportables.

No obstante, he de decir que no creo que exista un jefe peor que Marcel.

Lo que sea.

Esta mujer, la amiga de Marcel, llegó a la casa justo cuando estaba sacudiendo unas piezas de decoración muy costosas en la sala. Ella hizo sonar sus tacones, cosa que me sacó de mi profundo estado de concentración.

Créeme que Marcel revisa estas cosas con lupa.

No exagero cuando te digo que tiene una lupa en el cajón de su escritorio.

Él parece que es inmensamente feliz cuando recalca que no sé hacer bien mi trabajo.

─Buenas tardes, ¿Puedo ayudarla?─ le he dicho, buscando sonar lo más condescendiente posible.

─ ¿Marcel esta aquí?─ me preguntó, haciendo un gesto un poco extraño con los ojos y las cejas, como lo hacen esas villanas de las series. Supongo, que no debe ser lo suyo esto de entablar conversación con las personas del servicio.

─Él está en un congreso fuera del país─ le respondí sobre la marcha.

No lo entiendo.

No entiendo porqué alguien con un tipazo y cientos de millones en su cuenta bancaria, porque debe tener dinero si es amiga de Marcel, se puede vestir tan mal. De verdad, se viste como mi hermana de quince, que muy iluminada en la combinación de prendas no es.

─Lastima─ suspiró, como si realmente estuviese decepcionada por no haber podido concretar su visita.

─ Puede dejarme su nombre y su número─ le dije

─Sólo dile que Lisse estuvo aquí─ me respondió, entonces añadió como si lo que saliese de sus labios fuese un gran logro para la humanidad─. Marcel sabe quién soy.

Lo siguiente es que se marchó con sus largos y delgados tacones Prada. Lo digo así porque me recordó a esas cantantes que fingen ser sensuales durante los tres o cuatro minutos que dura su video musical.

─ "Sólo dile que Lisse estuvo aquí"─ murmuré imitando su voz y caminata.

No, no me tomo nada con seriedad.

Y esto pudo haberse quedado ahí, como un caso aislado, tal como dicen los políticos. Pero no, tuve que escuchar una risita detrás de mi espalda. Sí, Alen ha tenido el placer de ver mi lamentable actuación.

─ Tienes talento para imitar─ Alen me dijo entre risas─. ¿Nunca te has planteado ser actriz?

¿Cómo no tendría talento si mi vida es como una comedia dramática?

─ Lo siento─ me disculpé al instante.

─ ¿Por qué? Me hizo mucho gracia─ me dijo, entonces su expresión cambio a una cargada de seriedad─. Pero, te recomiendo que no lo hagas frente a Marcel.

¿Cómo cazar a un millonario?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora