Capítulo 61| Viaje, cambios y una invitación

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¡Estoy en Eurodisney!

¡En París!

Nunca pensé que podría permitirme estar aquí y de vacaciones.

Me siento una reina.

Los niños están felices.

Los sobrinos de Marcel también están aquí.

Todos salvo Valentì.

Él tiene suficientes problemas que resolver en España.

Abril y Gerard también están con nosotros.

Lo malo es que Marcel se coló en el viaje.

El destino estaba tardándose.

Ver a Marcel me borra la sonrisa.

Es la verdad.

Pero bueno, ¿Por qué pensar solo en lo malo?

¡Es Eurodisney!

Estoy tan feliz.

Me siento una niña.

¿Sabes? Hubiese sido bueno que mis padres estuviesen aquí.

Ellos adorarían ver todas estas cosas.

Vale, Berta.

Mi padre se quejaría de los precios.

Él nunca nos llevó a ningún parque de diversiones, prefería los actos culturales gratuitos porque "según él" te dan cultura te forman como buen ciudadano. Todavía me pregunto cómo ese hombre logró casarse y tener una hija. Él simplemente no es del tipo que podría conquistar a una mujer por su encanto de tacaño extremo.

En fin.

¿Dónde me quedé?

Nos hospedamos en el hotel muy lujoso a solo pasos del parque, y he descubierto lo bien que te tratan las personas cuando creen que tienes cientos de millones de euros en tu cuenta bancaria.

Vale, no es como si no lo supiera.

Pero, es gracioso pensar que me tratan bien por eso.

Si supieran que cuando regrese a España seguiré desinfectando inodoros y limpiando un par de cortinas que a este paso van a desintegrase por tanto desinfectante.

Nos ha tomado todo un día desempacar, organizarnos y descansar.

Según Abril es lo mejor que puedes hacer en un viaje es organizarte y descansar por todo un día.

Ella ha viajado mucho.

Supongo, que algo de razón tendrá.

Lo que he aprendido trabajando en el hotel es que muchos viajeros llegan a y empiezan a salir de aquí y allá. No descansan, y al terminar las vacaciones necesitando otras para reponerse de todas las emociones. Se supone que los viajes son para eso, para descansar, pero a diferencia suya, nosotros no podemos descansar porque este será nuestro primer y único viaje gratis.

¿Adivina a donde nos ha llevado Abril?

¡A un spa!

Pero no uno cualquiera.

Si no de esos donde las madres e hijas pueden ser "princesas por un día".

Se supone que estábamos aquí por el cumpleaños de Oriol.

Pero, nos están haciendo regalos a nosotros.

No me quejo.

De hecho, ahora estoy esperando que me entreguen mi bata y me expliquen qué servicios me van a dar. He oído que los baños de flores son muy relajantes. Espero que me dejen llevar las velas aromáticas de recuerdo.

¿Cómo cazar a un millonario?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora