Mi cabeza va a explotar.
No he podido olvidar lo que pasó con Marcel en su habitación.
No solo el beso.
Eso es lo de menos.
No puedo olvidar que me pasé limpiando su vomito hasta las tres de la mañana.
¿Por qué hace estas cosas?
Él siempre tiene que encontrar la forma de arruinarme el día entero.
Seguro te interesa saber si planeo decirle lo que pasó entre nosotros.
Si bien, no hace falta mucha ciencia para llegar a la conclusión: No pienso si quiera mencionárselo.
No quiero que lo use de excusa para hacerme la vida imposible (más que de costumbre).
Ahora mismo, estoy en la cocina preparándome una taza de café para alegrarme la mañana.
Marcel no se ha levantado, y espero de corazón que no lo haga nunca.
No es por nada.
Tengo la sensación que van a rodar cabezas.
La mí en primer lugar.
─ ¿Despierta tan temprano?─ escuché detrás mío.
No hacen falta tantas formalidades para presentar al dueño de esa preciosa sonrisa.
Es Gerard.
─ No soy yo sin mi café de la mañana─ le contesté, levantando la taza─. Por cierto, ¿Dónde está Lisse?
Es que no estaba en la casa cuando llegué.
No me atreví a buscarla por toda la casa.
Gerard, se sienta en su ya acostumbrado taburete para explicarme con detalle toda la situación.
― Abril se está encargando de ella por el momento.
¿Y por qué no se encargó antes?
― Me alegra escuchar eso. Espero que pueda arreglar sus problemas.
―Estoy seguro que sí― Gerard afirmó―. Marcel no piensa casarse con ella. Pensé que lo haría. Sin embargo, recapacitó y solo es cuestión de tiempo para su padre renuncie a la idea.
Renunciar es una palabra difícil para las personas con mucho dinerito.
─ Ella es una buena muchacha ―dije―. Creo que es solo una victima en toda esta situación.
―Parece que conoces muy bien la historia.
No es como que Lisse se lo guarde demasiado.
― Ella mencionó algunas cosas.
─Me imagino ─ suspiró―. No sé cómo sus padres permitieron eso. Lo bueno es que Marcel no lo hará. Por cierto, ¿ Qué tal se portó contigo anoche?
¿Quieres que empiece por el vómito o sus quejas?
―Estaba de mal humor.
─ ¿En serio? ¿Solo se quejó?
Como si eso no fuese suficiente.
― No demasiado. Pero, se quejó como de costumbre. Entiendo que lo haga porque otra vez hice cosas a sus espaldas.
─ ¿Puedo decirte una cosa?
Depende.
─ ¿Seguro?─ le contesté, mientras sentía un ligero malestar.
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¿Cómo cazar a un millonario?
ChickLitGracias, gracias :) #2 30/08/16 #1 10/09/16 #1 22-23/09/16 #1 25-27/09/16 #3 28/09/16 Código de registro: 1610129429911