¿Cómo cazar a un millonario?

Capítulo 56| Un hombre reflexivo y el arte de las respuestas innecesarias

Después de la tormenta llega la calma.

Nadie a vuelvo a hablar del asunto de Laia y Valentì.

No a viva voz.

Lo que me hace creer que están resignando.

Lo que está bien.

No hay nada que hacer.

Ellos son felices.

Van a asumir la responsabilidad.

Creo que eso es lo que cuenta.

En fin.

¿Quieres saber que ha pasado con Marcel?

Se ha tirado el día entero mirando la gran fotos de Alisse.

Estos son los momentos donde siento un poco de lastima por él.

Se nota que la quería y que todavía sigue siendo muy importante en su vida.

Lo entiendo.

Entiendo bastante bien lo que se siente perder a personas que realmente te importan

― Estoy confundido― Marcel suspiró, sin sacar la mirada de la fotografía―. Ali, ¿Qué significa esa mujer para mí?

La mujer de la que habla Marcel soy yo.

Por si te lo preguntabas.

―Sabes que te amé muchísimo― Marcel suspiró, como si quisiera excusar o explicar sus nuevos sentimientos―. Quizás nunca pueda llegar a querer a ninguna otra mujer de la misma manera que te quise a ti. Sin embargo, esta mujer tiene algo especial, algo que hace que no pierda el interés en ella.

Te estas enamorando.

No le pongas tanta ciencia a tus sentimientos.

― No encuentro explicación a esto― Marcel continuó diciendo―. Ni siquiera sé cómo o cuando ocurrió esto― reflexionó―. Un día la estaba odiando y de un momento empecé a sentir interés.

No hay duda que soy irresistible para los hombres de esta familia.

― Te prometí que solo te dejaría ir si encontraba a una persona especial― Marcel recordó con nostalgia―. No quiero romper esa promesa. Estoy abierto a encontrar a alguien tan perfecta como tú. Pero, esa mujer me confunde tanto. Ella es como una mierda en mi zapato.

No me sorprende.

Estaba esperando el insulto.

Tardo más que la última vez.

Se supone que yo le gusto y me compara con mierda.

¿Qué hice mal?

Si debo pedir perdón a todos mis ex novios lo haré.

Necesito que esta mala racha amorosa termine.

─ Sí, es como una de esas mierdas que dejan marcas― Marcel reflexionó, como todo un filósofo del romance―, y aunque trates de sacarla quedan ahí para siempre.

¿Acaba de decir que soy inolvidable?

A este paso le harán un hueco en Acción Poética.

Miguel de Cervantes estará revolcándose en su tumba.

―Alisse, ¿Por qué me gusta tanto esta mujer?

Eso es lo que yo me pregunto.

― Ella es muy diferente a lo que estaba esperando encontrar después de ti.