Capítulo 93 | Pruebas, charlas y dudas

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Sigo presa.

Vale, detenida.

Pero es casi lo mismo. Con la diferencia que no estoy en una cárcel sino en una comisaria. De acuerdo, no es lo mismo. Es decir, no es lo mismo estar en una comisaria que en una cárcel como tal. Diré que ya he hecho algunas amigas. Tal vez no sea tan mala idea quedarme un tiempo después de todo. No es por nada, pero tengo menos preocupación aquí adentro que allá afuera.

Mentira.

Estoy tan desesperada que tengo que decir más estupideces que costumbre.

¿Sandra?

Nadie ha podido encontrarla hasta ahora.

¿Mi familia?

Joan ha venido a verme.

Julián le dijo que no.

Pero él decidió venir a verme.

Eso me hizo feliz.

También tuvimos ese incomodo pero no desagradable momento sobre nuestra relación. Dentro de todo, me hace feliz saber que es mi medio hermano. Eso significa que realmente no estoy tan sola en el mundo.

Bueno, no estoy sola.

Creo que puedes entender lo que quiero decirte.

No es que yo quiera más a Joan por ser mi hermano biológico.

Quiero a todos los niños como si fuesen mis hermanos biológicos.

Solo trato de verle el lado bueno a todo esto.

Por cierto, Joan me comentó que Laia se sintió mal y la internaron.

No por lo que me pasó.

Cosas del embarazo.

Creo que tiene dar a luz en cualquier momento.

¿Por qué siempre me quieren robar el protagonismo?

Este es mi momento.

Detenida.

Pero era mi momento de ser el centro de atención.

Yo quería que la gente me apoye. Sí, que salgan a las calles a pedir por mi libertad con cartas y carteles que digan cosas como "Liberen a Clara", "Todos con Clara" o #FreeClara a lo Pantoja. Quería ser la detenida más famosa de Europa o al menos de España. No obstante, una vez más he quedado regalada a un segundo lugar.

Definitivamente, no estoy hecha para llegar al número uno en nada.

Ni siquiera en algo tan estúpido como esto.

Vale, que estúpido no es.

Que si Sandra sigue sin aparecer tengo que enfrentarme a un juicio.

No estoy lista para juicio.

No terminé de verme la temporada de CSI.

No sé qué decir o que pensar para no verme tan sospechosa.

¿Qué importa ahora?

Nada importa.

Oh, olvidé comentarte una cosa.

Nunca pensé que la vida pudiese sorprenderme.

O, que en el sótano de mis desgracias siempre hubiese un piso más abajo.

¿Adivina una cosa?

¡Apareció el hijo de Sandra!

Ella no me mintió sobre eso.

¿Cómo cazar a un millonario?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora