Capítulo 65| Un detención, un poco de paciencia y una promesa

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Estar detenidas es algo malo.

Estar detenidas y que se entere Marcel es probablemente la cosa más aterradora que te puede llegar a ocurrir en la vida.

¡Dios!

Soy un imán de problemas y eventos desafortunados.

Por cierto, no es como que haya llamado a Marcel a sabiendas que de cómo podría llegar a reaccionar.

Créeme que ni la ONU o Dios podrían salvarme de su ira.

De hecho, por eso llamé a Mariona.

Ella es lista.

Es decir, su misión solo era avisarle a Gerard.

Pero, se lo comentó a una Neus que entró en una especie de pánico injustificado.

¿De qué me sirve querer a esta gente?

Nunca pueden ayudarme.

Mentira.

Entiendo el susto que se ha llevado.

Lo que no entiendo es para qué fue a comentárselo a Oriol.

¡Oriol!

El sobrino de Marcel.

Tampoco es que el niño me odie al punto de delatarme.

El problema es que cuando se lo estaba explicando Marcel lo escuchó.

¿Por qué todo me sale mal?

Marcel va a matarme.

Los policías tampoco parecen ser tan amigables.

Es decir, los hombres en cuestión están siendo amables y pacientes, pero estoy siendo muy pesada porque estoy borracha.

SÍ, estoy borracha y no quiero colaborar con la justicia.

¿Qué pasa por mi cabeza?

Solo quieren hacerme un test de alcoholemia.

Imagino que tienen que hacer un informe donde mencionen con números que "tan" borrachas estamos. No creo que se vea profesional poner algo como "las detenidas se encontraban "muy borrachas"

―Por favor, sople aquí― El policía insistió por enésima vez.

─ No puedo. Soy alérgica― le contesté, haciendo una expresión tonta.

─ ¡Yo también! ¿A que eres alérgica?― Lisse interrumpió entre risas.

No, nos ayudamos.

─ A todo― le contesté entre risas.

Pensándolo bien, soy alérgica a la buena suerte.

No encuentro forma de explicar mi mala suerte.

─ Señorita, no moleste y dejé que la señora cumpla con el procedimiento. Si sigue así la apartaré del grupo― El policía le advirtió.

Me preocuparía por Lisse.

Pero, el policía me dijo señora.

¡Señora!

─ Bueno, eh...yo ya me callo eh, si te vas a poner así― Lisse se quejó cruzándose de brazos en un rincón de la celda.

Tomé la cosa esta de la alcoholemia y por fin soplé.

Nunca había hecho esto.

Pero, siempre hay una primera vez para todo.

Incluso, para un control de alcoholemia.

¿Cómo cazar a un millonario?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora