¿Cómo cazar a un millonario?

Capitulo 38| Una llamada inesperada y los consejos de una vieja estudiante

― Entonces, ¿Clara se ocupó de cuidarte toda la noche?― Gerard le preguntó, suprimiendo una sonrisa en su rostro tallado por los mismos dioses griegos―. Ella es muy amable al hacer eso.

― Le pagó casi diez mil euros― Marcel lanzó, indignado por el comentario y la cara divertida de su primo―, es lo menos que puede hacer por mí. Sin contar, que gran parte de lo que sucedió es su culpa.

― Sigue siendo amable.

─ ¿Por qué te estas riendo?

─ ¿Qué dices?― Gerard pronunció, fingiendo no entender el enojo de Marcel.

― Te conozco. No lo dices. Pero, por dentro estas muriendo de risa. ― Marcel le acusó sobre la marcha. Gerard negó con la cabeza a pesar de que su primo estuviese en lo cierto―. Dime, ¿Te parece gracioso que me hayan robado mi auto de veinte millones de euros, y por si fuese poco haber pasado la última semana con diarrea?

―Vale, me da un poco de gracia lo que te sucedió― Gerard dijo, reprimiendo otra sonrisa―. Pero, me sorprende que seas menos insensible.

― ¿Insensible? Soy la persona más sensible del mundo― Marcel espetó, indagado por el comentario.

¿Estas bromeando?

Tú haces que yo sienta que vivir con hombres guapos y ricos sea una total desgracia. ¡Yo! Que me he pasado la vida tratando de enganchar a un hombre así.

Debe ser el karma.

Es una única explicación que tengo.

¿Honestamente?

Si deseas algo de una forma muy ambiciosa y descerebrada, ten por seguro que la vida te lo dará en forma de una pareja o un jefe tan loco como una cabra.

― No voy a responder eso o te avergonzaré― Gerard suspiró. Sí, hasta su primo es consiento de lo insensible que puede ser Marcel―. Lo único que trato de decirte es que te has vuelto más sensible desde que ella se mudó a la casa.

― ¿Todavía tienes el descaro de decir eso?― Marcel le reprochó―. Te recuerdo que te aliaste con mi madre para que ella se quede.

― Pero estuviste de acuerdo.

― ¿Cómo podría no estarlo? ― Marcel lanzó, irritado por el comentario―. Toda la familia se puso en mi contra. A veces creo que todos la quieren más a ella que a mí.

Eso no es del todo cierto.

Si me quisieran me enviarían muy lejos.

― He ella ha cometido muchos errores. Pensé que encontraría la forma despedirla por tu cuenta― Gerard suspiró.

¡Hombre!

No le inculques esas ideas.

― No es por ella― Marcel carraspeó―. Me preocupan los niños.

― ¿Seguro?

―Ella es un desastre― Marcel aseveró―. No podrá sacarlos adelante por su cuenta. Ellos son buenos porque sus padres los educaron bien. No sé porque Clara les salió tan mal.

Eso es algo que mi padre siempre quiso saber.

Él me daba lo mejor pero siempre le respondía con lo peor.

― ¿Sabes lo de sus padres?

― ¿Tú lo sabías? ¿Sabías que murieron en un accidente y que esos niños son los hijos de la hermana de su madrastra?― Marcel indagó.