Capítulo 80| Un recuerdo, unos calcetines y el inicio de algo inexplicable

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No puedo creer que estoy debatiendo la posibilidad de llevarle los calcetines a Marcel. De hecho, no puedo creer que me siento mal por no haberle dado el regalo sin importar lo mucho que podría quejarse al respecto. También pienso que es mi cumpleaños y tengo derecho a tener al menos un momento de tranquilidad. Sé que Marcel va a insultarme si trato de darle el regalo. Lo conozco.

─Mejor lo dejo pasar─ dije, sacando de mi bolsillo el regalo.

Sí, mi regalo es tan pequeño que cabe en mi bolsillo.

Es por eso que me avergoncé.

Marcel me regaló un collar que costará casi como una casa.

¿Cómo podría darle unos calcetines?

Eso es un poco vergonzoso.

La gente dice que no importa, que solo cuentan las buenas intenciones.

Y no dudo que haya gente que valore los regalos.

Pero, a la mayoría de las persona sí importa recibir un buen regalo.

Las personas suelen ser crueles.

Te dicen que realmente le gusta tu regalo pero tiempo después notas que se lo regaló a otra persona. O, en el peor de los casos ves tu regalo tirado en algún rincón de su casa o patio trasero como un pedazo de basura.

─ ¿Qué es esto?─ Gerard levantó el regalo de la mesada y lo inspeccionó.

─Es el regalo que le compré a Marcel ─le contesté un poco avergonzada.

─ ¿Le compraste un regalo? ¿Por qué no se lo diste?

¿Y todavía lo preguntas?

─ Pensé que no era suficiente. Marcel me regaló un collar caro. Yo solo le compré calcetines. Pensé que lo tomaría como una broma de mal gusto.

― Marcel aceptaría lo que fuese solo porque tú se lo regalas.

― No lo creo.

― Deberías darle los calcetines. Él lo apreciará.

―Si tengo suerte no me asfixiara con ellos.

─ Le gustas. Es lo último que haría― Gerard menciona divertido―. Escucha, creo que tengo un poco de culpa en esto.

¿Qué quiere decir?

― ¿De qué hablas?

― La semana pasada le comenté a Marcel sobre tu cumpleaños― Gerard me confesó―. Por eso organizó la cena aquí. Él quería darte una sorpresa por tu cumpleaños.

¿Está bromeando?

─ ¿Sorpresa?

─ ¿Por qué te cuesta aceptar que le gustas a Marcel?

¿Y todavía lo pregunta?

Es Marcel.

Nunca sé que pensar o esperar de su parte.

─ Marcel organizó todo esto pensando en ti― Gerard continuó hablando―. Le gustas. Le gustas muchísimo. Le gustas tanto que aceptaría cualquier regalo solo porque es de tu parte.

¿Por qué me hace sentir mal?

No quiero sentirme mal.

― Si me despide será tu culpa― le advertí.

― No va a despedirte― Gerard sonrió―. Confía en mí.

Sin muchas opciones he decidido enfrentar a Marcel.

¿Cómo cazar a un millonario?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora