Capítulo 59| Unas entradas, enemigo en casa y un regreso inesperado

46.9K 3.7K 1K
                                    



¿Sabes que pasó después de la "feroz declaración de amor" de Marcel?

Nada.

Pensé que al menos empezaría a tratarme mejor; estaba tan equivocada. Él no me deja respirar un segundo. Creo que le ofendió mi rechazo. O, mejor dicho mis múltiples rechazos. Pero, no pienso ceder en lo absoluto. Es mi última palabra por el momento.

¿Quieres saber que estoy haciendo ahora?

Limpiando el consultorio de Marcel.

Él está en una reunión.

Menos mal.

Me altera con sus quejas.

Entonces, Alen se introduce al consultorio.

Él me cae tan bien.

Pero, sé que solo me ve como "la persona que escucha mis desgracias amorosas".

―Me alegra que hayas vuelto ― me dijo, y luego añadió―. ¿Estás muy ocupada?

¿Quieres que te escuche?

Sí, quiero escucharte.

Me siento bien cuando alguien la pasa tan mal como yo.

He terminado en el consultorio de Alen.

Creo que yo hubiese tenido un buen futuro como terapeuta o panelista de algún programa del corazón.

─ ¿Por qué decidiste cancelar la cita?─ le pregunté, aunque la respuesta era muy obvia―. Si pretendes empezar una relación, no deberías huir de las chicas.

― No puedo salir con otras personas― Alen dijo exhausto―. Lo intento. Pero, siempre termino pensando en ella.

Este es el tipo de hombre que me hubiese gustado tener en mi vida. Pero, el destino me en el camino a Marcel y su "feroz declaración de amor"

―Olvidar es difícil.

―Soy tan patético.

No creo que seas más patético que yo.

Me gusta un tipo casado con el que tengo menos oportunidad que con Matt Bomer o Wentworth Miller de Prisión Break. Y si eso no es lo suficientemente patético, el primo egocéntrico de ese casado se me declaró creyendo que insultar es mejor manera de demostrar que te importa esa persona.

No eres patético.

Estas aferrado a una mujer que todavía amas.

─ Todavía creo que debes hablar con ella― le aconsejé―. ¿La verdad? Te adora. Quizás ha tenido la mala suerte de tener padres que no la apoyan. ¿Por qué no intentas apoyarla tú?

― Tengo miedo.

― ¿Cómo puedes tener miedo de la persona que amas?

― Porque puede romper mi corazón; no quiero que vuelva hacer eso― Alen suspiró, lleno de nostalgia―. Lo siento. Debo ser tan aburrido para ti.

¡Cariño!

¡Que yo me caso contigo!

―Claro que no. Entiendo por lo que estás pasando.

― Tengo dos entradas para ir a ver a Codplay este fin de semana― Alen recordó―. Iba a ir con ella. Pero, ¿Las quieres?

La pregunta ofende.

¡Claro que quiero!

Adoro a Codplay.

¿Quién no ama a Codplay?

¿Cómo cazar a un millonario?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora