Capítulo 75| Un buen acto, una charla y el dolor de una ausencia

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Marcel se siente mal.

No está enfermo (aunque sea difícil de creer)

Marcel se siente terrible porque Nicolau perdió su trabajo en el bar. Sin embargo, este parece habérselo tomado muy bien. Es decir, yo estaría demasiado molesta si un par de idiotas me hacen perder el trabajo. Supongo, que sus padres lo han criado muy bien.

─ Tomaste buen ritmo con eso─ Nicolau comentó divertido al notar que Marcel estaba empaquetando correctamente la fruta―. Pronto lo harás con los ojos cerrados.

─ ¿Qué dices? ─ Marcel suspiró.

Él quiere disculparse pero no sabe cómo hacerlo.

Dios, Marcel esta cambiando de verdad.

─ Oye, lo que paso en el bar no fue culpa de nadie― Nicolau mencionó sobre la marcha―. Son cosas que pasan. Por favor, no te sientas mal. ¿Somos o no amigos?

─Tú necesitas ese dinero─ Marcel dejó escapar avergonzado.

─Sí. Bueno. Seguro consigo algo mejor─ Nicolau comentó esperanzado─ Trabajos vienen y van. Además, bares hay a montones en esta ciudad.

Marcel se siente conmovido.

Creo que esta es la primera vez que considera a otra persona que no sea Gerard su amigo.

─Al menos déjame invitarte algo ― Marcel se puso de pie.

― No hace falta.

¿Marcel está siendo considerado?

Estoy segura que pronto voy a despertarme.

― Tengo varias fichas― Marcel insiste.

―Un café. Pero, el más simple― Nicolau accedió.

Este niño realmente está convencido que Marcel no tiene dinero.

Marcel da unos pasos hacia las máquinas, entonces un supervisor se acercó a Nicolau para reprocharle que había cometido un error en la cuenta de empaques.

─ ¿Por qué no puedes hacer nada bien?─ El supervisor levantó la voz.

Marcel frunce el ceño y se acercó a pasos rápidos.

No vas a creerlo.

─ ¿Por qué estas dirigiéndote de esta manera a un empleado?― Marcel le dijo.

Creo que ha olvidado que él también es un empleado.

─Es el supervisor─Nicolau dijo, luciendo muy nervioso―. Cierra la boca ¿entendido?

Una cosa es perder el trabajo del bar.

Otra cosa es perder su empleo seguro en el hospital.

─ Suficiente. Ambos solo causan problemas. Especialmente tú─ El supervisor señaló a Marcel─. Hablaré con la jefa de personal para que pasen por su liquidación.

─No, no, no puedo perder el trabajo─ Nicolau dijo desesperado.

―Hazlo. Intenta despedirnos― Marcel le amenazó.

─ Marcel deja de decir estupideces―Nicolau murmuró.

─Despídame. Ve y cuéntale todo a la jefa de personal─ Marcel desafío al supervisor.

Entonces, y por cosas de la vida, intervengo en la situación.

Sí, Marcel me obliga a ver su "cambio" radical.

¿Cómo cazar a un millonario?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora